Dicha creación es fruto de la convocatoria de las 1000 Grullas, realizada con motivo de celebrarse el Día Internacional de la Paz el 6 de agosto, la cual contó con el apoyo de Municipalidad a través de la Subsecretaría de Cultura, Patrimonio y Gestión Comunitaria.
La leyenda japonesa de Senbazuru, cuenta que a cualquier persona que haga 1.000 grullas de papel le será concedido un deseo. Las mil grullas de papel se convirtieron en un símbolo de la paz a raíz de la historia de Sadako Sasaki (1943-1955), una niña japonesa que deseó curarse de una enfermedad producida por la radiación de la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima.
Sin embargo, Sadako no pudo superar su enfermedad y tampoco acabó de hacer todas las grullas ya que tuvo que detenerse en la 644. Pero sus amigos continuaron hasta alcanzar los 1.000 origamis, y de esta forma, se convirtieron en un símbolo de la paz en todo el mundo.