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sábado, abril 27, 2024

Diálogos con dos psicólogos | Salud mental: “Problemas de concentración y la ansiedad”

Cada vez veo más en mí alrededor problemas de olvido ¿Qué iba a decir?, ¿Qué estaba haciendo?, ´me pasé todo el día atrapada en el celular y no hice nada´, ansiedad por esperar y leer mucho las noticias. ¿Cómo se combate a todo esto? Ante esta observación y preguntas, me fui a hablar con dos psicólogos.

Por Malen Ruiz Martínez

“El libro: Dialogan-Dos: libertad, angustia, depresión y amor sobre la mesa” fue presentado en el mes de julio en el Centro Cultural Municipal Vieja Estación de nuestra ciudad, tal como adelantara EL CRONISTA oportunamente.

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El libro fue escrito por el filósofo Emilio Rodríguez Ascurra y el psicólogo Lic. Fernando Otondo. Se terminó de imprimir en mayo del 2023 y se puede conseguir en ediciones Ciccus. El licenciado trabaja bajo la rama de la psicología el “Psicoanálisis” y atiende pacientes que sufren de neurosis.

En su libro, el vecino de Chascomús, Lic. Otondo expresa lo insoportable de nuestra existencia como seres humanos, el peso de sentir que se nos agota el tiempo y por eso estamos corriendo. Pero ahora al sujeto contemporáneo se le suma el “Smartphone”, que nos permite programar el día, consumir noticias sin parar, buscar pareja, etc. Con todo esto sentimos que andamos amarrados, este avance tecnológico se ha metido en todos los niveles de nuestra vida, sentimos en resumen con la frase “estoy a mil”. Estos aparatos nos permiten “falsamente” estar en veinte lugares al mismo tiempo, solucionar en poco tiempo cuestiones en simultáneo.
A partir de esta breve lectura de su libro le pregunté al licenciado en psicología:

¿Por qué crees que se sufre la falta de concentración? –

“Creo que la falta de concentración está vinculada con la intensidad y heterogeneidad de estímulos que las personas estamos recibiendo constantemente. El celular, las series, que a la vez se le suma la posibilidad de elegir cuándo verlas provocando que la concentración se vea alterada por esta variedad”. –

¿Es realmente lo tecnológico lo único que ocasiona el problema? –

Claro, estamos en una época del rechazo del inconsciente y va de la mano con el auge tecnológico, que fue incursionando en nuestras vidas cotidianas. La hiperactividad constantemente, va alterando los sistemas neuronales, los hábitos y todo conduce a no poder detenerse. Pero agregó que no solo afecta a la concentración, sino a observar y al poder observarse”.-

¿La falta de concentración afecta más en adultos, adolescentes o niños?


“La falta de concentración afecta a todas las edades. Pero podríamos pensar en este momento en la adolescencia, ya que es normal la falta de atención en su etapa final y a los niños también, ya que en cuestiones tecnológicas están acompañados desde muy temprana infancia”.

Alejándonos de esta charla que mantuve, pero no de la problemática les comparto otra lectura que hice. Leí un artículo sobre Johann Hari, periodista y escritor británico, en el cual contó que desde una experiencia personal surgió su libro “El valor de la atención”. Lo que observó fue que durante un viaje que hizo con su sobrino, a la ciudad de Memphis a conocer “Graceland”, la mansión que perteneció a Elvis Presley, durante el recorrido las personas preferían seguir mirando los cuartos a través del iPad, a pesar de estar presentes (además de que su sobrino no podía dejar de enviar mensajes).
Lo que me gustaría preguntarle al sobrino o a las personas, ¿Se acuerdan de lo que vieron?, ¿Alguien escuchó lo que explicó la guía?, El escritor además expresó que combate a la tecnología, poniendo el celular en una caja fuerte al móvil, con un temporizador para impedirle usar el objeto y a veces suele desconectarse de las redes sociales por seis meses. Él exclama –“No tenemos por qué vivir así. El placer de concentrarse realmente es mucho mayor placer que el placer de recibir la siguiente notificación de mierda en tú teléfono”, – Johann Hari.

“Hoy Hay Terapia”: Nuevos espacios de psicología

Licenciada Carolina Graffigna, especializada en la terapia cognitiva conductual, con una mirada integrativa de lo que es la salud mental, me cuenta –“Me gusta tomar un poco de cada rama de la psicología, para poder ayudar de manera amplia lo que va necesitando cada paciente”-. Recientemente recibida y ya trabajando, puntualmente atiende pacientes con ansiedad, pero antes de adentrarnos en ello comenzamos la conversación sobre su proyecto.

¿Qué es “Hoy hay terapia”?

“Es un proyecto que creamos con tres amigas durante la pandemia hace tres años. Y surgió en un momento en que la situación era muy crítica ante la salud física, estaba trabajando en un hospital y observamos que no solo la salud física, estaba en juego, sino que la salud mental tenía conflictos. Y que, en una situación tan extrema, nos dimos cuenta que se necesitaba dar voz a estos temas.
Por lo que Hoy hay terapia, tenemos el fin de comunicar desde un vocabulario que llegue a todos, la idea no es sólo llegar a profesionales, sino, ponerle voz a los temas que nos tocan a todos. Actualmente ya somos veinticinco profesionales”-.

¿Puntualmente atienden a pacientes que sufren ansiedad?

“Sí, actualmente estamos en una sociedad muy ansiosa, siento que es algo que todos lo tienen presente y que nos ayuda a seguir viviendo, que en un adecuado equilibrio nos sirve para estar en alarma, pero cuando es excesiva es un problema. Se genera porque actualmente vivimos en un mundo de mucha estimulación, hiperconexión y desconexión, a su vez de la abundancia de la información.
La hiperconexión, el todo ya, el mundo inmediato va un poco en contra del desarrollo de lo que somos, porque el ser humano siempre vive en procesos (las diferentes etapas de la vida), que llevan su tiempo, desarrollo y aprendizaje. La misma propone un acelere, esto es lo que afecta a la sociedad, este “acelere”, genera ansiedad y frustración”

¿Es lo mismo enfocarse y concentrarse?

“El enfocarse es parte de la concentración, pero la concentración es un proceso que viene después de la atención. Primero prestó atención a un estímulo y la concentración es poder sostener esa atención en un determinado tiempo. Y lo que hace la sobre estimulación, es crear la dificultad de sostener la concentración, por tanto, tiempo cuando tenemos un estallido de estímulos que nos van corriendo. Hay una realidad en la que no se puede todo al mismo tiempo”. –

¿Hay alguna forma de combatir la desconcentración?

“Sí, la concentración es algo que se entrena, es algo que necesita tiempo, dedicación, paciencia y ante todo motivación. Pero a veces ocurre, ¿Qué pasa cuando tengo motivación y no me puedo concentrar?, es entonces, que necesitamos crear hábitos, ciertas rutinas y rituales. Lo cual deberá encontrar cada persona, ya sea para estudiar, en el cual debo armarme un clima y espacio, por ejemplo. Por supuesto hay más complejidades, en las cuales deberá trabajarse con el profesional para encontrar el ritual o como los trastornos, que necesitan otro tipo de trabajo más específico.
En terapia, es primordial hacerle entender al paciente que lleva tiempo, una vez que ocurre, tiene el diagnóstico, se tranquiliza y baja la ansiedad. Algo que agarro a veces es la utilización del “mindfulness”, es una terapia de tercera generación que trabaja la concentración. “Es la atención plena”, en español, trabaja el aquí y ahora, es decir, lo que propone esta terapia es volver a estar consiente de manera voluntaria al presente de forma natural.”

Ansiedad: Destructiva o Productiva

Para cerrar este tema tan actual y en boga no quería dejarlos sin el hermoso pensamiento y resumen de una nota de Esther Díaz (filósofa, escritora argentina), “El desaforado aumento de la ansiedad” en Página |12, en la cual, hace referencia que la ansiedad está desde el tiempo del modernismo (finales del siglo XIX y principios del siglo XX) y que aún sigue vigente. Revela que ya no tenemos tolerancia a la espera y al sufrimiento.

Expresa que la ansiedad enturbia nuestro presente enturbiando con las sombras de lo incierto. La ansiedad puede ser un temor por algún peligro o incentivo de la alegría. Ante eso se imagina una vez que pasa se consume ya sea beneficio o lo terrible y desaparece la ansiedad. Ella define que la ansiedad es un estado subjetivo de inquietud, excitación e incertezas. La cual produce malestar, congoja, preocupación, sorpresa o llanto.

La filósofa Díaz expresa: – “El sueño de cada subjetividad: controlar el tiempo y vencerlo”-, el camino es poco grato, pero hay que hacerlo para encontrar serenidad, lo contrario a la ansiedad.
Lo que todos concuerdan es que la ansiedad un poco, es necesaria y puede ser productiva, pero en exceso es preocupante y destructiva.

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