La Capilla Nuestra Señora del Rosario, ubicada en el histórico Monasterio San José de Gándara, vuelve a latir con vida y espiritualidad. Tras décadas de abandono, la restauración del emblemático paraje rural de Chascomús avanza a paso firme, permitiendo que el espacio recupere su esplendor y vuelva a ser un punto de encuentro para la comunidad.
En este contexto, ayer se celebró una emotiva ceremonia religiosa en la renovada capilla. El padre Mario Peralta Luna ofició la Santa Misa y realizó el bautismo de una niña, acompañada de sus padres y padrinos. La celebración contó con la presencia del obispo Juan Ignacio Liébana como concelebrante, reforzando el carácter significativo del evento. Además, se aprovechó la ocasión para realizar la imposición de cenizas a quienes no habían podido asistir el pasado Miércoles de Ceniza.
Como parte de la revitalización espiritual de la capilla, se recuerda que todos los días 7 de cada mes se lleva a cabo la Santa Misa en este sagrado recinto.
La puesta en valor del monasterio no solo rescata el patrimonio arquitectónico y religioso, sino que también evoca un rico pasado histórico. Una fotografía de 1932, que acompaña esta nota, muestra el inicio de la forestación del predio, un trabajo encomendado a José Bartolotti. Sus hijos, Armando y Alfredo Bartolotti, conservaron esta imagen como testimonio de aquellos tiempos en los que el monte comenzaba a cobrar vida, al igual que hoy lo hace todo el monasterio.
La recuperación del Monasterio San José de Gándara es un logro que une pasado y presente, invitando a la comunidad a participar de su renacimiento y a disfrutar de un entorno lleno de historia, naturaleza y espiritualidad.