Son alrededor de veinte los vecinos que han comenzado a realizar estas tareas desde el comienzo del año. Uno de ellos es Mariano quien dialogó con EL CRONISTA tras realizar uno de sus tantos rastreos por la costanera de nuestra ciudad. Aquella tarde le tocó al balneario Lamadrid donde el día anterior había encontrado un par de anillos.
Se trata de pérdidas de otras personas, que podrían ser de larguísima data, dado que en esa zona hace muchos años funcionaba uno de los balnearios más concurridos de la ciudad. Las piezas de metal se encuentran entre los 30 centímetros de profundidad y son fácilmente detectadas por los equipos de última generación que rondan los 80 mil pesos.
Además, entre el equipamiento, los buscadores de oro tienen trajes de neoprene, pinzas, cepillos, y un cesto flotante para colocar la basura que van limpiando del fondo de la laguna.
Este último punto es importante destacar porque además de buscar oro se limpia la zona de elementos realmente peligrosos como metales cortantes y oxidados.
La actividad se da mayoritariamente en la zona del Espigón, bajadita, escalinatas, Monte Corti y Monte Brown, siendo este último uno de los sitios más trillados dado que durante muchos años allí funcionó el camping homónimo que era utilizado por bañistas mucho más que ahora en el camino costero que rodea los 32 kilómetros del hermosos espejo lacustre.
La actividad de estos cazadores de tesoros, quienes aseguran que la gran mayoría de sus hallazgos se dieron en el comienzo del verano, cuando también llegaron buscadores de diferentes zonas de la región bonaerense con sus equipos e ilusiones intactas.
Este fenómeno también se está dando en las lagunas de Junín, Puan y Lobos.
En este sentido, cabe señalar que se pueden encontrar múltiples videos de youtubers creando contenido en lagunas bonaerenses demostrando que el que busca encuentra.
Mariano, por último, comentó a EL CRONISTA que cada salida que se organiza entre amigos, porque se van sumando buscadores, es una aventura en la que reina la camaradería y el respeto. Entre todos ellos se apoyan en cualquier necesidad que se requiera, pero lo que no se compara con nada es la satisfacción de encontrar el tesoro perdido.