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domingo, octubre 6, 2024

Vidas para contar: Antonio Bruni repasa décadas de trabajo y esfuerzo, sin retacear el ejercicio de la ayuda y servicio a la comunidad

POR JOSÉ EDUARDO BONAVITA

…”Yo fui a la Escuela 17…. En realidad antes habíamos estado un tiempo en el campo. Mi papá era albañil y estaba trabajando en una estancia en la zona de Giribone. Fuimos con él y empecé en la Escuela del campo”… ,”Al año siguiente vinimos para acá y ahí fue cuando comencé en la 17, que era la Escuela del barrio en que vivíamos”… “Vivíamos en la calle Ameghino” dice Antonito, mientras parece mirar a lo lejos para repasar su propia vida… Es que para eso precisamente, ha sido la invitación… Fue en la tarde del pasado 12 de octubre, que habríamos de charlar largo y tendido. A él parece no disgustarle el repaso, porque sabe que tiene para contar. Y para mí por cierto que es placentero, en tanto se trata de un ejercicio que me resulta grato y es el del reconocimiento… Historias de vidas que valen la pena ser contadas.

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DE LA ESCUELA AL TRABAJO

…“Como no pensaba seguir estudiando, a los doce, papá dijo que había que ir a trabajar… Y fui a la Casa Machado, entonces de Etchegaray, Borione y Berges, Así empezó mi vida en el trabajo. Berges me trataba como si fuera un hijo… me llevaba a tomar café al Siboney… macanudo era conmigo… Pacho Etchegaray era un hombre muy bueno… que siempre estaba muy serio”…dice…”Y en eso estaba cuando un día me vinieron a buscar de la Tienda Blanco y Negro para ser cadete”…Se le ilumina el rostro a Antonio, parece mirarse en un espejo imaginario que le devuelve un pibe que va quedando atrás para hacerse muchacho de catorce…”. Me habían llevado para cadete, pero me vio pinta de vendedor Bonito… y me puso que ayudara en todas las secciones a vender… y el padre de Bonito, don José, me llamaba al escritorio a marcar la mercadería”… “El me iba cantando los precios y yo los iba poniendo y me decía que le gustaba porque lo hacía muy rápido”…

UNA NUEVA ETAPA LABORAL

Así sigue la vida laboral de Antonio Bruni hasta sus veinte…Es entonces cuando tiene una nueva oferta de trabajo que implicaba una notoria mejora salarial… Le ofrecieron la gerencia de la Casa Bima, que entonces se había establecido en la calle Libres del Sur, al lado del Club Social. “La firma era Melián y Demuglié… y cuando les comenté en Blanco y Negro de la oferta, me dijeron ellos no podían ofrecerme ese sueldo, por lo cual acepté y fuimos a Bima con Coco Brucetta y un cuñado mío, Hugo González” dice Antonio, mientras al paso nos cuenta que nació en 1937… Volviendo a Bima, Bocha Rodríguez era el cadete, y había sido quien lo propuso a Antonito…

LA HORA DEL NEGOCIO PROPIO

Trabajó en Bima varios años… pero un día, Cerimele, que había abierto una zapatería, Chevalier, le ofrece la venta del fondo de comercio, al que accede tras la obtención de un crédito, y tres o cuatro años después logra, por la misma vía, adquirir la propiedad del local, en el que desde entonces hasta hoy perdura Chevalier, una suerte de marca registrada en el rubro de zapatería, que si bien no ha sido excluyente, ha sido predominante en el quehacer comercial de Antonio Bruni… Ahora, aquí, sigue su ejercicio de memoria… Por cierto que es rica en matices la charla, se suceden idas y vueltas en el tiempo, por cuanto no hay para el racconto más ayuda que la propia memoria. Al fin de cuentas, de eso se trata cuando hablamos de racconto, que no es sino un método que tiene como finalidad evocar el pasado, que va evolucionando a través del tiempo de manera lineal y lentamente, hasta que se llega al instante donde inicia el recuerdo o el lugar de partida del suceso. Lo de Chevalier ocurre poco más o poco menos de veinte años después de su ingreso a Bima… Pero para entonces Antonio había acumulado experiencia comercial y aportado trabajo y esfuerzo sin descanso. Con su cuñado los fines de semana salían cargados de mercaderías para vender en la campaña…Con Coco, que había dejado Bima, abrieron una boutique, Iboty, en la calle Lastra, casi frente al Reloj… Y ahora, mediados de los años setenta, Antonio tiene su negocio propio. Pero no se agota por cierto su accionar en el trabajo y el comercio…

OTRA HISTORIA PARA CONTAR

“Yo tengo una hija con discapacidad, que iba a la Escuela 502. Un día viene al negocio Mara González de Arístegui… Yo estaba trabajando en la Cooperadora de la Escuela, con Lito Medley y Musmesi… Los tres trabajamos codo a codo para que se terminara la Escuela, incluso logrando hacer la rifa de un auto… Entonces ese día, ella que era la Directora, entró a Chevalier, se sentó y me dijo…“Antonio… Quiero formar ASID, necesitamos que trabajes en ASID… Vos vas a ser presidente de ASID”… a lo que en principio me resistí, pensando en mis limitaciones… “No estoy preparado, le dije, sólo fui hasta sexto grado…” pero Mara no se rindió…”me dijo que me iba a ayudar e insistió hasta convencerme”… dice dejando entrever cierto orgullo por aquel reconocimiento.

EL NACIMIENTO DE ASID

En medio de la charla surge ASID y es bueno acudir a los registros documentales para dar algunas precisiones acerca de esta Asociación para la Integración del Discapacitado, que de allí nace su identificación institucional. Data su fundación del 13 de septiembre de 1988, siendo la que sigue la Comisión fundadora, con mandato hasta 1990.: Presidente Antonio Bruni; Vicepresidente María Teresa González de Aristegui; Secretaria Graciela Toffanin de Garbizu; Prosecretario Juan Bernabé Etchevers; Tesorero Roberto Ferrante; Protesorero Néstor Bustingorry; Vocales Titulares Stella Maris Bordachar de Casco; María Gilardi de Bonavita; Suplentes Cristina Cavenaghi de Ferrante; Marta Dagorret; Revisores de Cuentas Titulares Severina Greco de Pane; Alcira Sommi de Alfonsín; Patricia Del Barba de Beroy; Suplentes Liliana Brissón de Melani; Beatriz Margarita Sullings.

…Y LA HISTORIA CONTINUA

Y así fue. “Empezamos a trabajar y el trabajo era mucho… Salí a pedir cosas por todos lados mientras Mara hacía las gestiones del caso ante PAMI e IOMA y todos trabajando mucho… En eso estábamos… Había que hacer una rifa… Un día, una cuñada me dice que había tres terrenos que eran de la familia de su madre sobre la calle Machado y los queremos donar para ASID”… “Cuando fui y dije que nos querían donar tres terrenos, se querían morir de la alegría”… A estas horas Antonio hace memoria y procura ordenar los recuerdos, porque “no quiero olvidarme de tantos que nos ayudaron tanto… “Hubo que empezar por los planos y ahí estuvieron Choclo Molina y Marcelo Nápoli, dos jóvenes arquitectos entonces”… Pero hace un alto y una llamada porque le ha quedado un dato pendiente…”Nietos de Eufrasia Marrero y Nicasio Estévez”, nos dice, fueron los donantes de los terrenos…

“Ahora sí que había que hacer la rifa”… sigue contando tras confirmar aquellos nombres y recuerda “Ader Fantinato me llama y me dice de una persona que podía comprar el auto para hacer la Rifa…. Es gente que desde entonces ha hecho numerosas rifas para escuelas de aquí… Y cuando la comisión aceptó aquella propuesta, se hizo, nos fue muy bien y empezamos la obra”…Antonito confiesa que se convirtió en una máquina de pedir, pero dejado claro en cada momento, el espíritu de colaboración que tuvo la gente. “Un día estuve con Enrique Vanzato y me dijo… Rifa no te voy a comprar, pero te voy a mandar un camión de arena… y mandó dos…” Y así fue avanzando la obra”. Pasaron los años y promediaba la década del 90… “Otro día hablé con Fernandino, que era el Intendente por esos días

No sin esbozar una sonrisa, al repasar aquellos tiempos, cuenta que primero debió sortear la resistencia de algunos miembros de comisión a quienes no terminaba de convencerlos que pidiera colaboración de alguien con cuyas ideas no comulgaban… pero el final fue feliz. Contaron con esa colaboración incluyendo unos fondos que tenían el destino específico y que se recaudaba con la entrada a los espectáculos… Y a través del Municipio concretaron los techos, la provisión de artefactos sanitarios y la pintura del edificio… De otras etapas del Municipio se acuerda y menciona a Graciela Quiroga como otra funcionaria que les dio respuestas”…

Del mismo modo, surge del repaso de memoria, que Miguel Cerimele y Ricardo Alfonsín, que tenían un programa por Radio Chascomús gestionaron y lograron para la entidad una donación de todos los pisos… Charlando con Chichilo al respecto, nos contaba que aquella gestión la hicieron a través de Martin Rapallini, quien formaba parte de Cerámicas Alberdi. Por otra parte, Marcelo Giménez fue el responsable de la instalación de agua y sanitarios sin cobrar por ello, así como el arquitecto Molina dirigiría la obra adoptando igual temperamento.

Valga apuntar que Antonito formó parte durante muchos años de la Comisión de ASID. “También tuvimos la adjudicación por parte de la Provincia, por una gestión de la señora de Duhalde, de una combi para ASID” nos dice y quiere que no haya olvidos porque es agradecido…

EMPRENDIMIENTOS Y ACCIONES SOLIDARIAS

A lo largo de la charla, Antonio Bruni, que sigue siendo para muchos Antonito, para los que lo recuerdan desde el pibe que trabajaba en la Casa Machado, los que lo recuerdan haciendo sus primeras armas de vendedor en Blanco y Negro, los que –me incluyo- lo conocimos en Bima, da cuenta de otros emprendimientos comerciales que dieron lugar a distintas sociedad. Así como la que tuviera con Coco Bruceta y Basaldúa a partir de Iboty, tuvo otra incursión en este caso con el mismo Basaldúa, y Álvarez y Bordenave en la explotación del Edificio del Turista y más adelante, en La Farola, adonde había sido El Farolito II.

Eso en la actividad comercial. También sabe de más historias su vida en acciones solidarias, de servicio. Como cuando, invitado en este caso por Nilda Iribarne de Cuence, se involucra en los primeros tiempos del Taller Protegido… Fue en los tiempos de búsqueda de una casa para esos fines cuando estando de compras de algunos materiales para ASID en el negocio de Néstor Enjaldran y sabiendo Néstor de su vinculo con ese Taller recién nacido le comenta la posibilidad de gestionar la casa de la Sociedad Francesa, siempre y cuando se respetara su condición de tal, lo que es aceptado y honrado en el tiempo como que desde entonces hasta ahora se habla del Taller Protegido y de la Sociedad Francesa con ese sentido de unidad.

POSTALES, RECUERDOS Y EMOCIONES

Primera Postal: Antonio Bruni, fue soldado clase 1937 en el Distrito Militar 20 en Chascomús. Eran 16 los conscriptos según recuerda, y habían de Chascomús, Castelli, Pila y General Belgrano. De acuerdo a lo que le han dicho, viven tres de los de Chascomús, Juan Carlos Gastón, Cesar Alfonsín y el, así como un muchacho de Castelli que en algún momento fue candidato a Intendente de su pueblo.

Segunda Postal: “Yo siempre me he brindado a la gente. Tanto a través de las instituciones”… (a las mencionadas y que han contado con su aporte solidario podríamos sumar a las de sus afectos sociales y deportivos a Juverlandia y Unión Deportiva, en las que fue futbolista, o Bochístico Independiente, cuya comisión directiva integra por estos días)…”como en la actividad comercial… Siempre he estado dispuesto a facilitar las compras y hay casos en los que he ofrecido crédito hasta a los turistas, los que se han asombrado ante esa actitud”…

Tercera Postal: A Raúl Alfonsín dedica un capítulo. Conociéndolo desde siempre, cuenta idas y vueltas, más de un café compartido, más de un traslado cuando Antonio estaba con auto en Iboty y Raúl era ciudadano de a pie… O estar presto en tiempos de La Farola, para el llamado para anticipar que llegaría para el pollo a la parrilla que nadie (decía Raúl) hacía como el Pato Rizzi… “Pero nunca le pedí nada” asegura para después corregirse… “Una vez… un día que tuve oportunidad de hablar con Raúl por teléfono le dije que mi hija quería sacarse una foto con él y me dijo que como no iba a aceptar… Que la primera vez que fuera a Chascomús le avisaba. Y vino y me llamaron, y ahí anda la foto en la que estamos con Raúl, mi hija, mi yerno y yo”

Cuarta Postal: A Antonio le gusta la idea que esta nota pueda ser publicada en EL CRONISTA. Fue muy amigo de Hugo Perojo, con quien cuenta que alguna vez fue a cazar… y recuerda además algunos viajes por ruta, con Hugo como conductor y fue inevitable sonreír con el relato cuyo eje no era precisamente el de la pericia del recordado Hugo como conductor…

La que sigue es una infidencia. A pesar que hace algunos años no estoy en el diario, a principios de este año, Antonito, este Antonio Bruni con el que ahora estoy charlando y con quien suelo compartir la mesa en el café, me manifestó su preocupación. ¿Qué habrá pasado para estas fiestas que Graciela no me llamo por el saludo de fin de año?… Le expliqué que acaso no habían programado saludos esta vez, pero más que eso, lo cuento para decir del vínculo que el comerciante sentía con su diario. El miércoles, antes de emprender un viaje para avistar las ballenas en el sur argentino, me llamó para pedirme que si la nota se publicaba en su ausencia, por favor le reservaran un ejemplar. Mi parte la estoy cumpliendo.

Y así, damos una vuelta por una vida. Una vida contada de memoria. Una historia que esta bueno conocer. Con todo lo que implica cuando han transcurrido ochenta y seis años desde que un hogar chascomunense se alegró con la llegada de un nuevo morador para ese hogar. Y por cierto que, como siempre, seguramente hubo claroscuros, llenas y vacías, adióses y bienvenidas, alegrías y tristezas. Porque al fin de cuentas, así es la vida… Y en los tiempos del no me acuerdo vale contarlo, para conocernos mejor. Gracias por tu tiempo, Antonio Bruni.

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