El incidente delictivo ocurrió mientras recorría el campo en su tractor, momento en el cual observó a cinco individuos dentro de su propiedad. Al intentar comunicarse con el Comando de Prevención Rural (CPR), se encontró con que solo respondían a través de mensajes de WhatsApp.
Uno de los individuos, al percatarse del alerta, sacó un arma blanca e intentó agredir a Carregal, sin éxito gracias a la providencia. Tras el atentado, los individuos se retiraron del campo sin mediar palabra.
Carregal lamentó que este tipo de incidentes sean comunes en la zona, ya que el área pesquera cercana está ocupada por personas que han tomado tierras y actúan con total impunidad.
Además, mencionó que las autoridades policiales inicialmente le indicaron que debía presentar la denuncia en la sede del CPR en Gándara, a unos 60 km de distancia. Ante la negativa de trasladarse hasta allí, finalmente tres agentes acudieron al lugar para recibir la denuncia.
Visiblemente indignado por la falta de protección en el paraje Adela, Carregal instó a las autoridades municipales a mejorar la seguridad en esa zona rural.