Por Ximena Xiong
En la última semana, el CONICET dio a conocer un trabajo realizado en el Instituto Tecnológico de Chascomús (INTECH) sobre el descubrimiento de un nuevo modo de transmisión de una enfermedad reproductiva. Se trata de la tritrichomonosis bovina que afecta al ganado.
La tritrichomonosis bovina, señala la nota publicada por el CONICET, “es una enfermedad infecciosa de gran impacto que afecta al ganado bovino y es causada por el parásito Tritrichomonas foetus. Este organismo se aloja en el aparato reproductor de toros y vacas. Los toros son portadores asintomáticos, pero responsables de diseminar la enfermedad”, mientras que en las vacas “provoca un alto número de abortos” y por ende, daños económicos al sector ganadero.
En relación a ello, EL CRONISTA conversó con la investigadora del CONICET en el INTECH y autora del trabajo de investigación, Verónica Cóceres, quien comentó que el estudio inició durante la pandemia y culminó este año con su publicación en la revista científica Microbiology Spectrum.
En ese sentido, la autora del trabajo de investigación mencionó: “Hay problemas en el campo con este parásito que se veía y no tenía explicación. Este organismo, que se descubrió alrededor de 100 años, se lo asocia siempre a una alteración reproductiva” y en función de ello “el manejo de los animales es la herramienta que tiene el productor para controlar la parasitosis del rodeo”.
Las estrategias con las que hoy cuentan los productores son “diagnosticar a los machos antes de la época de servicio, buscar el patógeno en las muestras y ver si está presente el parásito. En caso de los positivos, se tiene que eliminar a los animales y eso genera un impacto económico”, exteriorizó Cóceres.
Y añadió: “Algo incoherente que manifestaban los productores del campo era que a pesar de eliminar a los animales, el parásito aparecía nuevamente”. Fue así que lograron demostrar que el parásito puede sobrevivir en el tracto gastrointestinal de los rumiantes luego de ser ingerido y contaminar el aparato reproductor de las hembras tras eliminarse por las heces.
“En el ensayo vimos que la materia fecal había contaminado el aparato reproductor. Es una cuestión de ubicación porque al caer el excremento, ensucia la vulva. Si un toro penetra a una hembra y arrastra esa materia fecal, es una manera de introducir el parásito”.
Justamente un ensayo, en la que se inició con una infección oral inducida a vacas, demostró que tras realizarse una muestra en la materia fecal, la tricomona se hallaba en las heces. Al respecto, Cóceres explicó: “No es tan fácil verla porque lo que se espera ver son parásitos con flagelos y una forma particular. Lo que encontramos en este trabajo es que este parásito puede formar una estructura redondeada de resistencia”.
En cuanto a la posibilidad de cambiar las estrategias de manejo y control del rodeo ante la posible aparición del parásito, la profesional señaló: “Hay que sentarse con el sector productivo, discutir y hacer un grupo multidisciplinario para ver la mejor manera de optimizar el manejo”, necesariamente con un abordaje múltiple.
En base a que “la enfermedad tiene impacto mundial en zonas ganaderas y desde Argentina, con las herramientas que tenemos, logramos descubrir algo que nadie se había dado cuenta hasta el momento”.
En ese sentido, la investigadora reivindicó el sistema científico con el que cuenta el país y la ciudad de Chascomús con el INTECH que por sus aportes se han posicionado en el Ranking Scimago 2023 como mejor institución gubernamental de ciencia en Latinoamérica y mejor institución de ciencia.
Finalmente, la autora del trabajo de investigación en la que se descubrió un nuevo modo de transmisión de una enfermedad reproductiva, tritrichomonosis bovina, comentó que actualmente el equipo de investigadores se encuentra trabajando sobre distintas líneas, entre ellas, el análisis de la carga parasitaria.