La Ruta 2, el corredor que une la Ciudad de Buenos Aires con Mar del Plata, se ha convertido en un verdadero recorrido gastronómico con paradores cada vez más atractivos para los viajeros. Entre estos, destacan dos puestos de sándwiches que han transformado a Chascomús y Lezama en paradas clásicas para aquellos que se dirigen a la Costa Atlántica.
ENTRE PUEBLOS: UN OASIS EN CHASCOMÚS
Ubicado en el kilómetro 122 de la autovía, en la entrada a Chascomús, Entre Pueblos se ha ganado un lugar especial en el corazón de los viajeros. Este parador ofrece sándwiches cargados y a precios accesibles, compitiendo favorablemente con otros establecimientos más conocidos. La calidad de sus ingredientes y el generoso tamaño de sus porciones lo convierten en una parada obligatoria para quienes buscan una opción deliciosa y económica.
En el Parador Entre Pueblos, disfrutarás de una experiencia culinaria única con su variada oferta de sándwiches gourmet, cada uno elaborado con meticulosa atención al detalle. Entre sus especialidades, destaca el sándwich de lomito de cerdo con rúcula, pasta de queso azul, nueces y miel. Esta combinación de sabores crea una explosión gastronómica que seguramente te hará querer más.
El Parador Entre Pueblos se distingue por su firme compromiso con la calidad y el uso de ingredientes locales. Los productos que emplean en la preparación de sus sándwiches son artesanales y provienen de la región, garantizando frescura y autenticidad en cada bocado.
Además de sus sándwiches gourmet, el parador ofrece una amplia gama de opciones para el desayuno y otros platos, adecuados para todos los gustos y necesidades dietéticas. Desde exquisitos desayunos hasta opciones vegetarianas y veganas, hay algo para cada paladar. No olvides seguir sus redes sociales para estar al tanto de sus últimas creaciones gastronómicas y novedades.
LA MATERA: TRADICIÓN Y CALIDAD EN LEZAMA
En el kilómetro 157, luego de atravesar el casco urbano de Lezama y antes de ingresar a una rotonda, se encuentra La Matera. Este puesto, que abrió sus puertas hace 20 años, se distingue por su compromiso con la calidad y el uso de productos regionales. La Matera es reconocida entre los turistas por sus sándwiches extra grandes y su ambientación rústica, con una pequeña cabaña de madera y un área de césped con bancos y mesas, perfecta para disfrutar del almuerzo al aire libre.
La ubicación estratégica de La Matera, en una zona donde los autos circulan a baja velocidad debido a los constantes controles de la policía caminera, facilita el acceso y convierte la parada en una opción segura y conveniente para los viajeros. Además, La Matera opera con horarios amplios: de jueves a lunes de 10.30 a 21.30, y cierra martes y miércoles, según informan en su Instagram oficial.
El parador lezamense ofrece 23 especialidades exquisitas que incluyen una variedad de ingredientes como bondiola, lomo, jamón crudo, cocido, salame, mortadela, diversos quesos, morrones y pepinos agridulces, berenjenas al escabeche, chutney de pera, y tropezones de pistacho, entre otros. La selección es extensa y cada plato está acompañado por una figazza gigante, horneada a leña en la reconocida panadería de Juan Arévalo, la más famosa del pueblo.
Entre las opciones más populares del ranking 2024 se destacan las especialidades número 8, 10 y 12, que presentan combinaciones de jamón crudo, bondiola y mortadela, respectivamente. La variedad y calidad de los ingredientes garantizan una experiencia culinaria memorable en cada visita.
UNA EXPERIENCIA MÁS ALLÁ DEL DESTINO
Los paradores como Entre Pueblos y La Matera no solo ofrecen una pausa en el viaje, sino que también agregan valor a la experiencia de viajar por la Ruta 2. Descubrir estos lugares se ha convertido en un dato muy valorado por quienes buscan alternativas más auténticas y menos exploradas por los influencers en redes sociales. Así, la travesía hacia la Costa Atlántica comienza a disfrutarse desde el primer kilómetro, convirtiendo el viaje en una experiencia memorable.
Estas joyas gastronómicas a la vera de la Ruta 2 son prueba de que, a veces, el camino puede ser tan gratificante como el destino.