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Chascomús
martes, mayo 14, 2024

Relatos de una fría madrugada al costado de Ruta 2 km133

Al momento del accidente fatal sucedido en la madrugada del martes, 29 de junio, en el partido de Chascomús, cuando un colectivo descarriló y volcó hacia una banquina de costado, varios de los pasajeros debieron ser traslados al Hospital Municipal “San Vicente de Paul” por lesiones leves.

Por Ximena B. Xiong

Desde EL CRONISTA conversamos con tres pasajeros cuyos testimonios coincidieron que subieron en la estación de Mar del Plata con destino a Dellepiane entre las una de la madrugada.

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También, entre los crudos testimonios mencionaron que al haber quedado el autobús entre el zanjón y haber un espacio abierto, la mayoría de los pasajeros lograron salir por esa vía.
“Aproximadamente íbamos 45 pasajeros. Cuando cayó el micro, logré sacar a mi pareja y mi hijo, luego volví a buscar unas pertenencias al colectivo y había dos fallecidos”, relató uno de los testimonios, a quien se lo vio con heridas visibles, vendajes y escoriaciones en el rostro.

“El colectivo hizo como dos volteretas. En el primero nos sujetamos bien. Sujeté a mi esposa y mi hijo que tiene dos años y por suerte están bien”, recordó y por el impacto, sufrió una fractura en uno de los dedos de la mano. “En el segundo impacto, me fui de cara contra el vidrio y la mano”.

Tras recibir el alta médico, familiares pasaron a buscarlos en auto propio y por las heridas tratadas, se le informó que debía ser visto en un centro de salud de Mar del Plata.

Por otro lado, un efectivo de prefectura llamado Alejandro, quien viajaba en el primer piso junto con tres efectivos policiales, de los cuales “uno resultó ileso, uno de caballería con un golpe fuerte y uno que fue derivado”, señaló a este medio gráfico.

En sus primeras palabras, el efectivo enunció: “Por suerte vivo y dolorido por los varios golpes. Me han hecho todos los estudios por los golpes en pecho, cadera y cabeza”. Durante el viaje, intranquilo, “venia viendo una serie por el celular porque no tenía sueño y tampoco me gusta viajar de noche, sobre todo por el clima de estos días”, mencionó Alejandro.

Y agregó: “Sentía que el micro venía mordiendo el cordón de los costados que tienen superficies que sobresalen. En un momento siento que se enciende una chicharra y ahí me inclino hacia el parabrisa hacia donde estaba”.

Del otro lado, había un padre con su hijo menor de edad que quedó sujetado a su brazo. “En ese instante, con otro compañero policía, rompimos los ventiletes y empezamos a sacar lo que más podíamos de ese lado”.

“No pudimos ayudar a uno de los muchachos que estaba detrás mío, que lamentablemente falleció -continuó- Cuando quisimos sacarlo, no tenía signos vitales”, expresó ante lo vivido.
En su caso, al ser efectivo policial y estar con lesiones leves, personal de la dependencia del lugar de trabajo, se acercó para el traslado y posteriores estudios médicos.

Al contrario del efectivo, Fausto, quien viajaba en el piso de arriba, butaca 31, y venia con cinturón de seguridad puesto, debió esperar a que la empresa Plusmar abriera sus puertas de la unidad que se mantuvo estacionada en la afuera del hospital municipal, donde tras largas horas subieron unas 10 personas rumbo a policía vial en búsqueda de las pertenencias y luego a sus correspondientes destinos.

Durante la conversación, Fausto comentó que producto del accidente terminó con un hombro dislocado y tres costillas fisuradas. “La atención en el hospital fue rápida al igual que en ruta”, no así desde la empresa de transporte que no mantuvo comunicación con los pasajeros, manifestó.

“Mis pertenencias quedaron en el micro, incluido el teléfono. Llamé a mi familia porque me prestaron un celular”, dijo el pasajero.

Al momento de ascender en la terminal de Mar del Plata, recalcó que “no hubo protocolos de Covid-19, no me tomaron temperatura ni me pidieron aplicación Cuidar. Estaba lleno el micro en cuanto a aforo. Me encontré como un viaje normal de verano”.

Asimismo, subrayó: “Desde el vamos se movía mucho el colectivo en la ruta y parpadeaba la luz de alta velocidad que estaba en el pasillo. Después quedó prendida. Se cruzaba de carril a carril”, y aludió que en Maipú habían bajado y cambiado de chofer.

Cuando el autobús volcó y quedó sobre un costado de la autovía, Fausto chocó la cabeza contra el vidrio y luego con el pasajero de butaca. “Me desprendo el cinturón y caigo”. Al haber quedado el micro entre el medio de un zanjón con un espacio entre sí, salió por una de las aberturas.

El exterior, la escena fue shockeante al ver pasajeros pidiendo ayuda entre las banquinas de la ruta. “Paró un auto con un policía federal que se presentó y nos dijo que mantengamos la calma”, recordó.

Minutos después, acudieron al lugar bomberos voluntarios de Chascomús y Lezama, efectivos policiales, ambulancias y combis para los traslados a los servicios de atención de la salud.

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