Por Carlos Alvarez Correa
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Tomás, productor agropecuario de Giribone, como otros del sector, con esperanza vendó sus ojos para defender al gobierno. Se la corre un poco para leer el diario en la estación de servicio. Se encuentra con Juanjo, otro productor que además es comisionista de hacienda. Le pregunta: ¿Cuánto está “la invernada”? (ternero de 180/200 kg). Juanjo le responde: “viste como es, en estos meses empieza a bajar…”
Luego va a comprar un rollo de alambre que paga $ 250.000 el de 500 metros, con suerte que pudo conseguirlo; ya las cuatro plantas de Acindar están cerradas por falta de ventas. Finalmente, antes de ir al campo, pasa a pagar la Vacuna Antiaftosa en el predio de la Asociación Rural. Se toca los bolsillos, ya no tiene efectivo, tiene que pagar si o si para vender sus terneros. Le cobran casi $ 2.000 pesos por animal. Tiene que pagar con un cheque. Pero piensa: “la Fundación Antiaftosa vacuna 400.000 animales entre Chascomús y Lezama. Saca las cuentas y descubre que manejan 800 millones de pesos por campaña”. “¡Qué gran negocio!. Encima nadie elije a los miembros de la Fundación de Chascomús, ni son productores”, exclama cansado de lidiar con la realidad.
Tomás no quiere ver que “no hay política agropecuaria”. Su tiempo de espera se refleja en sus bolsillos: le aumentan sus costos y le bajan los precios de su producción. Se queja, pero no da cuenta del apoyo que brindó. Ahora, porque le baja el precio de su hacienda y sus granos, comienza a preocuparse.
Primero porque la producción de carne, en el mes de Febrero de 2024 se desplomó. Tuvo una caída de un 10,9% con respecto al mes de enero de este año y un 6% interanual con respecto al mes de febrero del año 2023 a marzo 2024.
La faena de febrero bajó a 1,044 millones de cabezas de ganado bovino procesadas. Por tal los frigoríficos no tienen ninguna expectativa. No compran hacienda y, entonces, el precio baja.
Segundo porque los precios en el MAG (Mercado de Cañuelas) de esta semana, principalmente de las vacas, fueron los de peor performance cuando es una categoría empujada por la exportación a China; mientras que el precio del ternero de 170 kg viene bajando por la época de destete (zafra). Lo que se puede rescatar en este contexto es que hay pasto en el campo y eso importante.
Los próximos días el productor evaluará los términos financieros, plazos y precios. Se juega el año.
Tercero porque el consumo de carne, según un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes de la Argentina (CICCRA), cayó un 8,2% entre febrero de 2023 y el mismo período de 2024: no hay expectativa de ventas futuras, ni para frigoríficos, ni para supermercados.
¡Un cocktel explosivo! Falta de producción más falta de consumo.
El productor tranquera adentro se juega el año en estos días. Está en medio de una recesión económica, sin consumo interno por salarios que pierden poder de compra mes a mes, con la exportación que sufre el atraso cambiario y el mercado Chino de carnes “en un freezer”. Los precios necesariamente bajan.
Algunos dirigentes del sector se le animan al gobierno como Dardo Chiesa, -el primer valiente-, coordinador nacional de la Mesa de Carnes, quien decía en Expoagro: “los mercados de la carne bovina “están jodidos”…”las relaciones bilaterales con China están trabando negocios y la habilitación de 26 plantas exportadoras están demoradas”. “China nos tiene en un freezer”, enfatizó.
Tomás recuerda que también apoyó un lema: “no comerciamos con comunistas” y China, un país comunista, desconfía de la política exportadora de Argentina. Tras cartón, el Gobierno de Milei se retiró de los Brics, donde China es el actor principal y el mayor comprador de nuestras carnes. Esa decisión intempestiva va teniendo sus consecuencias en el productor.
En lo que respeto a granos, la cosecha de soja y maíz todavía no empezó, pero el productor de Chascomús ya vendió su cosecha anterior. Ve que los precios actuales son bajos porque los compara con los 500 dólares por hectárea que invirtió. Hoy, no tendría la ganancia esperada por efecto de la falta de lluvias en períodos estratégicos y cosechará un 30 % menos de lo esperado.
Nos preguntamos: ¿Los precios agropecuarios harán que Tomás se saque la venda de los ojos? No tiene mucho tiempo, en estos días se define un año; tiene que vender sus terneros.