Pensemos que cada consumo individual multiplicado por los 8.000 millones de personas que somos en el mundo, resulta una inmensa cantidad de energía (gas natural, electricidad, etc.) y que esta, proviene de procesos que implican la quema de combustibles fósiles, liberando gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático que se sufre en el planeta.
En Argentina, el 24% de la energía es destinada al uso residencial. De ese porcentaje la mitad es consumida para la climatización artificial de las viviendas (aire acondicionado, calefactores, etc).
A partir de esta situación, estos son 3 puntos claves a considerar para la construcción o remodelación de nuestra vivienda:
1– ACONDICIONAMIENTO NATURAL.
El proyecto arquitectónico debe controlar y aprovechar las condiciones del entorno (calor, luz, vientos, vegetación), y adaptarlo a nuestras necesidades de confort. La construcción de aleros o galerías, buena orientación, ventilación cruzada, cámaras de aire ventiladas en techos, aprovechamiento plantas de hoja caduca, son algunos ejemplos de sistemas pasivos que son fundamentales para regular la temperatura interior.
2– AISLACIÓN TÉRMICA.
Los elementos de una vivienda que están en contacto con el exterior (pisos, techos, muros y aberturas: puertas y ventanas) deben ser aislados para reducir el consumo de energía por calefacción y refrigeración. Esto implica el uso de materiales que funcionan como aislante térmico (lana de vidrio, telgopor, celulosa, etc.), en ventanas vidrios DVH (doble vidrio hermético) y considerar sistemas de construcción como la bioconstrucción (utilizando tierra como material), Wood Framing, Steel Framing, Ladrillos de Hormigón Celular o Doble muro de ladrillo.
La mayoría de nuestras viviendas están construidas con paredes de ladrillo hueco de 18 cm, de bloques de cemento o ladrillos comunes en muros de 15 o 30cm, y estos no cumplen con los requerimientos mínimos de confort que indican las normas IRAM.
3– ENERGÍAS RENOVABLES Y ARTEFACTOS EFICIENTES.
La utilización de la energía solar a través de artefactos como los termotanques solares y la elección de artefactos donde sus etiquetas indiquen niveles de eficiencia optimo, pueden contribuir considerablemente al ahorro energético.
▶ En Chascomús, paulatinamente se observa una adaptación a estos conceptos de los actores involucrados en la construcción: corralones, constructores y profesionales.
El Municipio tiene por delante el desafío de avanzar gradualmente modificando sus instrumentos de planificación urbana, como la adaptación del código de edificación, consolidando políticas de cambio climático.
Además, la implementación de medidas de eficiencia energética lograría un potencial con incidencia en el valor de mercado de un inmueble, promoviendo la inversión, el desarrollo y el trabajo local. (ONG Econciencia)