▶ Por Carlos Alvarez Correa
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Juan, conocido productor de Don Cipriano, y Beto de Gándara, ambos productores que viven exclusivamente de lo producido por sus campos, que la pelean a diario para sacar ese margen tan difícil para los tranqueras adentro, hablaban y se preguntaban: “¿Seremos parte de lo que llaman “el campo”?
Juan sigue diciendo: “yo era chico y los viejos de voz gruesa del campo eran los que marcaban las políticas, ahora vinieron los hijos y son todos empresarios; venden herbicidas, fertilizantes, semillas para las empresas multinacionales y no pasan la tranquera para adentro del campo”. Los que se hicieron veterinarios pusieron su local, otros se hicieron agrónomos, alquilan campos y siembran contratando servicios sin poner plata, los más se pusieron a vender hacienda para las casa de remate.
Efectivamente en primer lugar debemos hacer dos distinciones. La primera es que cuando se habla del “campo”, no se está hablando de los productores. Hoy hablar del campo no significa que sean solo los productores porque hay una cantidad de comercializadores de productos que nada tienen en común con los “tranqueras adentro”.
Los que comercializan son los protagonistas del “Agronegocio”.
Por eso el razonamiento de Juan es muy profundo. Empieza a dudar si él como productor es parte del Agronegocio.
Muchos sectores dirigentes del sector empezaron a cuestionar la política del Agronegocio extremo. El aumento de las retenciones se manifestó en el proyecto de Ley Omnibus muy claramente. (Artículos 200 en adelante).
Luego siguió Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), que fue el primero en manifestar reservas. Horacio Salaberri de Confederación de Asociaciones Rurales de la Pcia. De Bs.As. (CARBAP) apoyó en la campaña a Milei con comunicados que instaban a votarlo, inicialmente apoyaba los DNU, pero ahora debió cambiar y mantener una posición más crítica de las retenciones. Quizá el que mantuvo una conducta más coherente fue Carlos Castagnini de Confederación Rural Argentina, (CRA), ya que siempre se mantuvo analizando los proyectos y no dudó en cuestionar a funcionarios propuestos y ver que el Agronegocio debe incluir a los productores.
Finalmente la Federación Agraria Argentina (FAA) es de las entidades del campo que cuestionó desde el primer momento y claramente se opuso por ejemplo al proyecto de la ley de tierras. Coninagro (Cooperativas agropecuarias) mandó un duro documento al Congreso sobre la ley ómnibus.-
Pero muchas otras entidades como la Cámara de Yerbateros, que presentaron un amparo contra los DNU, Cámara de Empresas PyMES Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (CEPREB), hablan de “quebranto” si se aprueba la ley ómnibus.
La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina alertó que existe un “alto riesgo” de que deban cerrar sus plantas.
La Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) se reunió el último jueves en Buenos Aires con legisladores nacionales por la preocupación ante la aplicación de derechos de exportación y su impacto negativo para toda la cadena vitivinícola argentina.
El Centro Azucarero Argentino (CAA) y la Cámara de Bioetanol de Maíz (CBM) expresaron: “Si se aprueba la ley ómnibus del presidente Javier Milei, se va a una situación de “quebranto” de las empresas del sector”.
Por lo tanto se preguntan: ¿Los productores serán parte del “agronegocio” propuesto por el gobierno? ¿O el Agronegocio está planificado para empresas que no son de nuestro país?. Todavía es un interrogante. Pero el productor empieza a cuestionarse si es parte del mismo. Juan y Beto se van pensando…