En la localidad de Castelli, sobre la Ruta 2 y a orillas del río del Salado, se alza majestuoso el Castillo Villa La Raquel, un monumento histórico con una historia que se entrelaza con la tragedia y la grandeza.
La historia de este castillo comienza con Felicitas Guerrero, una joven cuya vida estuvo marcada por eventos dramáticos y fortunas inesperadas. A los 15 años, Felicitas contrajo matrimonio con Martín de Álzaga, un hombre de 65 años. La muerte de Álzaga en 1870 dejó a Felicitas como una joven viuda, rica y estanciera, con la herencia de unas 100.000 hectáreas en Castelli y General Madariaga.
A pesar de su fortuna, la vida de Felicitas estuvo llena de turbulencias emocionales. En uno de sus viajes a la estancia, su carruaje se atascó en el barro, y fue entonces cuando conoció a Anselmo Sáenz Valiente. Aunque parecía que un nuevo capítulo en su vida estaba por comenzar, la historia de Felicitas tomó un giro trágico. Los celos de Enrique Ocampo, un antiguo pretendiente, culminaron en un drama pasional que terminó con la muerte de Felicitas en 1872. Ocampo, en un acto desesperado, se suicidó después de cometer el crimen.
Tras su muerte, las vastas propiedades de Felicitas pasaron a manos de sus padres, Carlos Guerrero y Felicitas González. Para honrar la memoria de su hija, construyeron la Capilla Santa Felicitas en Barracas, Buenos Aires.
En 1894, Manuel Guerrero, en homenaje a su esposa fallecida, emprendió la construcción del Castillo Villa La Raquel. Aunque la construcción del castillo comenzó ese año, la imponente torre que lo caracteriza y lo hace visible desde la autovía 2 se completó en 1895. Tras el fallecimiento de Manuel Guerrero en 1931, el castillo pasó a manos de Valeria Guerrero Cárdenas de Russo (1900-1992), quien continuó con la preservación del patrimonio familiar.
El Castillo Villa La Raquel no solo es conocido por su historia trágica, sino también por su espléndido entorno. El parque del castillo, diseñado por el paisajista danés Forkel, se extiende por 80 hectáreas y alberga alrededor de 450 especies de árboles, destacándose una notable variedad de eucaliptos.
Hoy en día, el Castillo Villa La Raquel sigue siendo un testimonio silencioso de una época pasada, invitando a los visitantes a explorar su rica historia y disfrutar de su entorno natural. Situado en el kilómetro 167 de la Ruta 2, camino a Mar del Plata, el castillo permanece como un monumento a la memoria de Felicitas Guerrero y su legado.