La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) expresó “su profunda preocupación ante la alarmante situación” por la desaparición de niños en nuestro país y advirtió que las cifras están en aumento.
“El Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas (RNIPME) creado para centralizar, organizar y entrecruzar la información de todo el país sobre menores de paradero desconocido, mostró que las cifras de denuncias están en ascenso”, indicaron en un comunicado.
“En 2021 se registraron 726, 1935 en 2022, y 3115 en 2023. De las denuncias efectuadas en 2023, 1905 niños, niñas y adolescentes (NNyA) fueron hallados y 1210 solicitudes de búsqueda aún continuaban vigentes al momento de la publicación del reporte. La mayoría fueron niñas adolescentes entre 13 y 17 años (67%)”, agregaron.
La carta de la Sociedad Argentina de Pediatría se conoce a 50 días de la desaparición de Loan Danilo Peña, en la localidad de Nueve de Julio, Corrientes, de quien se sospecha que fuera víctima de un rapto o secuestro.
Otras entidades como el “Registro de publicación y búsqueda de chicos perdidos del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes Ciudad de Buenos Aires” en su reporte 2021, informó la búsqueda de 228 NNyA. La organización no gubernamental Missing Children (Chicos Perdidos de Argentina) por su lado, actualmente en su página web publica las fotos de 74 niños aún perdidos y 42, ya mayores de edad, en los que se continúa su búsqueda.
Desde la sociedad que agrupa a pediatras de todo el país, lamentaron que “la venta, trata de personas y explotación laboral están presentes en este escenario”.
Asimismo, indicaron que “muchos de estos niños escapan de sus hogares por situaciones de violencia familiar. Desde el momento en que el niño o adolescente desaparece o abandona su domicilio, es una víctima. Invertir esta situación, victimizando a la familia o condenando a los NNyA, simplifica un fenómeno complejo que obedece a múltiples causales o reduce el origen del problema a una supuesta rebeldía, especialmente si se trata de un adolescente. Por otro lado, las familias de los niños desaparecidos viven una realidad de dolor e incertidumbre constante, que afecta profundamente su salud mental y emocional”.
En ese sentido, consideraron que la prevención y el tratamiento respetuoso de este tipo de casos, sin exponer la intimidad de los chicos involucrados es fundamental, “debido a que pueden subyacer incluso situaciones graves (como abuso o violencia familiar), que requieren un abordaje adecuado por parte de profesionales especializados y las agencias públicas competentes en la materia”.
Y por último, agregaron: “La SAP reitera su compromiso con la preservación de los derechos de la niñez y adolescencia y llama a todos los sectores a trabajar juntos para poner fin a esta tragedia. No se puede ni se debe permanecer indiferente ante la desaparición de un niño o un adolescente. Es una situación social inadmisible”.
Por lo que señalaron que “instan al fortalecimiento de las investigaciones judiciales y a las fuerzas de seguridad para que se efectúe un seguimiento de las instancias jurídicas e investigativas de los casos de niños extraviados aún sin resolución”. (DIB)