En un contexto económico marcado por el ajuste del Estado, con medidas tomadas por el Gobierno de Javier Milei que incluyen la venta de un emblemático edificio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ubicado en una de las zonas más cotizadas de Palermo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el futuro del agro en nuestra zona y en todo el país enfrenta nuevos desafíos. La decisión de avanzar con la venta de este inmueble plantea interrogantes sobre el impacto de las políticas de ajuste en la continuidad de los programas de apoyo al sector agropecuario.
Sin embargo, en medio de este panorama incierto, el trabajo de organizaciones como el INTA sigue siendo clave para el desarrollo del sector agropecuario y su proyección futura. Un ejemplo claro de ello es la reciente actividad desarrollada desde INTA Chascomús, que, a través del curso de iniciación apícola en la Escuela Agrotécnica de Bavio, continúa brindando formación y capacitación a los productores y emprendedores del sector. El curso, dictado en conjunto con la Facultad de Ciencias Veterinarias de Tandil, no solo ha permitido a los alumnos avanzar en su formación apícola, sino también prepararles para enfrentar los retos del futuro en una de las actividades productivas más tradicionales y de gran potencial de nuestra región.
La Agencia de Extensión Rural (AER) Chascomús, que representa a la EEA Cuenca del Salado en seis partidos de la región, juega un rol fundamental en la asistencia técnica a los productores locales, favoreciendo el desarrollo agrícola y ganadero en Chascomús, Magdalena, Pila, General Belgrano, y Punta Indio. Estas actividades permiten a los pequeños y medianos productores contar con el acompañamiento necesario para mejorar su productividad, enfrentar desafíos climáticos y, sobre todo, acceder a las herramientas que les permitan competir en un mercado cada vez más globalizado.
Además, días atrás, técnicos de INTA Chascomús y de la Cuenca del Salado participaron en el 4º Seminario Internacional de Ganadería Familiar y Desarrollo Rural, realizado en Brasil. Este espacio compartido con colegas de Brasil y Uruguay permitió conocer de primera mano las experiencias de las familias ganaderas y las intervenciones territoriales en la región, enfocándose en la conservación del bioma Pampa. Este tipo de intercambios internacionales no solo enriquecen la formación de los técnicos, sino que también promueven un enfoque colaborativo en la gestión de los recursos naturales y el desarrollo rural, un aspecto fundamental para la sustentabilidad del sector agropecuario.
En tiempos de incertidumbre económica, es más importante que nunca garantizar la continuidad de las políticas públicas y las estructuras organizacionales que permiten al agro argentino seguir siendo competitivo, innovador y sustentable. El INTA y otras agencias gubernamentales desempeñan un rol vital en la transferencia de tecnología, la capacitación de los productores y la promoción de prácticas productivas responsables con el medio ambiente.
La decisión de vender propiedades emblemáticas, como la sede del INTA en Palermo, no debe poner en peligro el futuro de estas instituciones que, a pesar de los ajustes, siguen siendo esenciales para el desarrollo de nuestro agro. La clave estará en equilibrar la austeridad fiscal con el impulso de políticas que sigan fortaleciendo la producción nacional y la formación de los nuevos profesionales del sector, como los que hoy culminan su formación en apicultura en nuestra región.