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domingo, mayo 19, 2024

La doble tragedia de El Luciérnaga en Brandsen: dos accidentes con 34 muertos

La formación, que hacía en temporada el recorrido Mar del Plata – Capital Federal, se accidentó dos veces en el partido de Brandsen, una vez en 1964 y la otra en 1981. El primer siniestro fue en la estación Altamirano; el segundo tras salir de Jeppener. En ambos casos la cantidad de víctimas fatales fue la misma.

Por Marcelo Metayer, de la Agencia DIB

El partido de Brandsen, de unos 1.100 kilómetros cuadrados, es un sitio tranquilo al sudoeste de La Plata, con pequeños pueblos donde el tiempo parece haberse detenido. Sin embargo, encierra una misteriosa y fatal coincidencia. Es que en el distrito ocurrieron, con 17 años de diferencia, dos tragedias ferroviarias que involucraron a la misma formación, El Luciérnaga, y que dejaron la misma cantidad de muertos: 34. En el historial de desastres ferroviarios en el país los dos protagonizados por esta formación, que hacía en temporada el recorrido Mar del Plata –Plaza Constitución, figuran de manera destacada.

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El primer siniestro tuvo lugar el 1º de febrero de 1964. A las 3.50 de esa cálida madrugada, El Luciérnaga viajaba desde la ciudad balnearia a la Capital Federal con 1.040 pasajeros a bordo. 

Llegó a la estación Altamirano, en el partido de Brandsen, a una velocidad estimada cercana a los 100 kilómetros por hora. Por esa estación simplemente tenía que pasar, no se detenía. De modo que no bajó su velocidad, ya que tenía las señales en vía libre. Pero por un error en el cambio de vías, el tren se desvió hacia la vía secundaria de la estación, donde estaba detenido un tren de carga liderado por una locomotora de vapor que aguardaba señales para poder avanzar y tomar la vía Ranchos, luego de la pasada del rápido procedente de Mar del Plata.

El impacto frontal fue atronador. Los maquinistas del tren de carga alcanzaron a saltar de la locomotora y correr lejos de la zona al ver que se les venía de frente la otra formación. Sus colegas del tren de pasajeros murieron a consecuencia del impacto.

La cifra de fallecidos por este accidente no está clara. El diario Clarín del 2 de febrero afirma en su portada: “Más de 60 víctimas causó la tragedia”. Otras fuentes hablan de 70 muertos. Pero las menciones más confiables afirman que 34 personas perdieron la vida ese día.

Seis años después se registraría en la misma fecha la peor tragedia ferroviaria ocurrida en el país, la de Benavídez con más de 200 muertos, pero esa es otra historia.

Otro verano, 17 años después

El segundo accidente fatal también ocurrió en verano, cuando El Luciérnaga venía repleto de turistas que volvían de sus vacaciones en “La Feliz”. Pero ya era marzo, y había menos gente en el tren que entre enero y febrero: unas 900 personas.

La formación había partido de la ciudad de Mar del Plata el 7 de marzo de 1981 a las 23.55. Según los peritos del accidente el tren, que corría a unos 120 kilómetros por hora, tras dejar la estación Jeppener ingresó en una curva amplia cercana al puente sobre el río Samborombón. Unos 40 minutos antes, en la vía opuesta, había descarrilado un tren carguero que se dirigía a Tandil.

En esa época todavía no había radios para comunicarse en los trenes, y todo dependía de las señales luminosas. Domingo Fernández, el maquinista de El Luciérnaga, contó que le “hicieron señas de luces, pero en muchas ocasiones uno al pasar un tren a otro nos hacemos intermitencias de luces, es un saludo habitual. Pero también observé señas con una linterna, entonces me dije aquí debe ocurrir alguna cosa. Cuando coloco la luz larga entro a la curva, y al salir observo que había vehículos sobre la vía. Apliqué el freno de emergencia pero a la velocidad que iba fuimos al choque”.

La formación colisionó contra la punta de un vagón cisterna con petróleo. Según el maquinista, para detener el tren de pasajeros, que desplazaba más de 700 toneladas, hubiera necesitado al menos mil metros de frenado. 

Con el impacto la locomotora de El Luciérnaga, la máquina GM 9004, se levantó en el aire y cayó al costado de las vías, mientras que los vagones terminaron incrustados unos con otros. 

El saldo fatal fue, como 17 años atrás, de 34 muertos. Hubo 74 heridos, que fueron trasladados a Brandsen, La Plata, Mar del Plata, Chascomús y Capital Federal.  

Un precipicio

Según una de las heridas, entrevistada por la TV mientras se recuperaba en el Hospital San Martín de La Plata, “yo estaba entredormida y sentí un pequeño sacudón, primero, y después una cosa terrible. Desapareció el techo del tren y quedamos todo entre escombros”. Otra mujer, esta vez internada en Brandsen, contó a la prensa que “me pareció como que nos caíamos de un precipicio”, al tiempo que agregó que en medio de la conmoción numerosos asientos saltaron violentamente de su lugar.

Ese ramal a Mar del Plata estuvo interrumpido por varios días, ya que algunos vagones, completamente destrozados, no pudieron ser trasladados a los talleres de Remedios de Escalada para su reparación y fueron cortados con soplete en el lugar del accidente.

El maquinista de El Luciérnaga aseguró, desde su cama de hospital, que “se considera que esto es un caso de fatalidad y no de imprudencia ninguna”. Los estudios realizados señalaron que el accidente fue ocasionado por un eje de uno de los vagones del tren carguero que se cortó, lo que provocó su descarrilamiento.  

Se dijo que había sido, de alguna manera, una desgracia con suerte, ya que el combustible que trasportaba el carguero podría haber ardido y explotado. Incluso corrió el rumor de que el maquinista del tren de pasajeros había fallecido diez días después del accidente por el petróleo que había ingresado a su cuerpo.

Una cruz blanca al costado de la ruta 29 recuerda hasta hoy este segundo accidente.

Después de las dos calamidades, que con una diferencia de 17 años dejaron la misma cantidad de víctimas fatales, ese tren Mar del Plata – Plaza Constitución dejó de llamarse El Luciérnaga. Así, la “lámpara” (tal es la etimología de “luciérnaga”) de la formación perdió su nombre como una forma de dejar atrás el horror. Algunos dicen que pasó a denominarse Cruz del Sur, pero este cronista no pudo hallar ningún dato al respecto. (DIB) MM

SourceDIB

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