La calesita, un emblema de la infancia y un símbolo de la tradición local, se encuentra ahora en venta, después de que su propietario, Cristian Quintero, no lograra llegar a un acuerdo con el municipio sobre la nueva ubicación del espacio. Quintero explicó en una entrevista que el lugar ofrecido por la Municipalidad para la instalación de la calesita no es adecuado. Según él, el terreno dispuesto por el municipio, situado en un sector poco concurrido, no atraería al público necesario para garantizar el éxito comercial del negocio. “El lugar que nos daba la municipalidad no iba a ir nadie, para ponerla en un lugar donde no vaya gente no sirve”, sostuvo el propietario, haciendo referencia a la falta de afluencia de personas en esa área específica.
El conflicto surgió porque Quintero, quien opera la calesita en la esquina de Libres del Sur y Lastra, se vio obligado a buscar una nueva ubicación debido a los planes del propietario del terreno. Este decidió destinar el espacio verde a otros fines, dejando a la tradicional atracción sin lugar para operar.
Frente a esta situación, la Municipalidad ofreció a Quintero un nuevo espacio en la calle Maipú, a metros de la Vieja Estación, un lugar que para las autoridades locales se consideró ideal desde el punto de vista físico. Sin embargo, Quintero manifestó que, si bien el espacio es adecuado, no cumple con los requisitos comerciales que él considera necesarios. “No es una zona transitada”, afirmó, y destacó que para el negocio es fundamental estar en un lugar con mayor concurrencia de público, especialmente familiar.
La decisión de vender la calesita no fue fácil para Quintero, quien argumentó que, más allá de la falta de un buen lugar, el proceso de reubicación le resultó complejo. Según su visión, la falta de interés de la Municipalidad en proteger y apoyar este tipo de emprendimientos refleja una desconexión con la importancia cultural de la calesita, un entretenimiento tradicional que forma parte de la identidad de las infancias locales.
Por otro lado, el Secretario de Desarrollo Turístico, Productivo y Cultural, Pablo Napoli, fue quien se reunió con el propietario y ofreció el nuevo espacio en la calle Maipú. Sin embargo, la propuesta no fue satisfactoria para Quintero, quien expresó que la ubicación no es favorable desde el punto de vista comercial.
En una ciudad que se jacta de ser turística, algunos ven con desagrado la falta de interés en preservar espacios de esparcimiento como la calesita, que ha sido parte de la historia y el entretenimiento infantil por generaciones.
Por ahora, la calesita permanece en venta, y con ella una parte de la memoria colectiva de la ciudad que podría quedar atrás si no se toman medidas para preservar este tipo de atractivos tradicionales.