El 23 de septiembre de 1870 se promulgó la Ley 419, destinada a articular el interés vecinal y la protección del Estado, promoviendo la creación de estas asociaciones particulares en todo el territorio nacional…
Se convocaba a jueces de paz, corporaciones municipales, párrocos, preceptores de escuelas y entidades, invitándolos a organizar bibliotecas, cooperar en su desarrollo y realizar reuniones para leer capítulos de libros selectos en voz alta…
La semilla encontró terreno fértil en Chascomús, como que al comenzar el año 1873, dos años y tres meses después que entrara en vigencia la ley, con grandes festejos, podría decirse que con bombos y platillos, abrió sus puertas la Biblioteca Popular, contándose el padre Mossi, a la vez pionero del periodismo lugareño, entre los más firmes animadores de la iniciativa.
Claro que, en el país todo, diversos inconvenientes surgieron en la aplicación de la Ley de 1870, que “requería de costumbres que no existían, de necesidades que no se sintieron y de aptitudes especiales, que los funcionarios a quienes se confió su aplicación no pudieron improvisar”.
En 1876, se suprimió la Comisión Protectora, asumiendo estas funciones y facultades la Comisión Nacional de Escuelas. Perduró no obstante la de Chascomús aunque veinte años después de su fundación cerró temporariamente sus puertas, pero, a mediados de 1897, a instancias de otro sacerdote, el Padre Julián Quintana en este caso, entre otros, se reanuda su actividad luego de una suerte de “segunda fundación”…
Su primera casa propia fue en Mitre y Lavalle, y luego mudó su asiento a la calle Alvear, adónde luce hoy tras cumplir en la víspera 149 años de fecunda vida en nuestra ciudad.
Por lo tanto, se celebró el Día de las Bibliotecas Populares en homenaje a todas las asociaciones sin fines de lucro creadas y mantenidas por grupos de vecinos, para ofrecer servicios y actividades culturales vinculadas a la información, la lectura, la educación y la recreación.