El 28 de diciembre de 2024 marcó el inicio del Año Jubilar de la Diócesis de Chascomús, un evento esperado con gran devoción por toda la comunidad. Bajo el lema “Peregrinos de la esperanza”, propuesto por el Papa Francisco, esta celebración inaugura una etapa significativa dentro de un ambicioso proyecto de revitalización que comenzó en mayo de 2024. El objetivo de esta iniciativa es transformar el histórico Monasterio San José en un centro de retiro y rehabilitación, un lugar de esperanza y sanación para todos los fieles.
El Año Jubilar comenzó de una manera muy simbólica: con la apertura de la puerta santa de la iglesia Nuestra Señora del Rosario, ubicada en el Monasterio San José, en Gándara. Este acto, lleno de significado, fue encabezado por el Obispo de Chascomús, quien destacó la trascendencia de este gesto para la comunidad: “Abrir la puerta en Gándara es un signo de esperanza, que nos invita a vivir como resucitados y a ser testigos de que es posible mirar al mundo con más esperanza y menos pesimismo”, expresó con fervor.
En la homilía, Monseñor Liébana reflexionó sobre el “soñar juntos” que surgió a partir de las ruinas en las que se encontraba el monasterio, y cómo, con manos unidas, capacidades y talentos, se empezó a reconstruir. “Hoy podemos disfrutar de un pequeño paso que hemos dado, y esto ha puesto en comunión a toda la diócesis detrás de un sueño común, una causa común. Qué bueno es cuando no bajamos los brazos, cuando no permitimos que nos roben la esperanza”, señaló el obispo.
El Año Jubilar, en este sentido, tiene un profundo vínculo con la esperanza. “Somos peregrinos de la esperanza”, subrayó Liébana, invitando a no permitir que nos roben esa luz interior. “Queremos abrir puertas para dejar entrar a Dios y, a su vez, para perdonar. El Jubileo tiene que ver con el perdón, con reestablecer vínculos rotos, con animarnos a perdonar y a pedir perdón, siendo un camino de conversión”, explicó el obispo.
Pidió a Dios que este año sea un tiempo de “cancelación de deudas”, un momento para empezar de nuevo, para comenzar de cero, tanto a nivel personal como comunitario.
Finalmente, Monseñor Liébana hizo un llamado a cuidar y trabajar por las familias. “Hoy quisimos celebrar un matrimonio como signo de que queremos cuidar y trabajar por las familias, por las vocaciones matrimoniales. Necesitamos matrimonios cristianos, porque las vocaciones religiosas nacen en el seno de las familias cristianas. Por eso, trabajamos por la familia y por los matrimonios”, concluyó.
Ubicado en el pintoresco paisaje de Gándara, el Monasterio San José y su capilla, la imponente Iglesia Nuestra Señora del Rosario, son testigos de una historia que ha perdurado a través de las generaciones. La capilla, inaugurada en 1938 bajo la visión del nieto de Leonardo Gándara, Francisco Monasterio, y el Colegio Apostólico San José, obra de los Padres Agustinos Recoletos, conforman un conjunto arquitectónico de incomparable belleza.
La obra del arquitecto Alejandro Bustillo, reconocido por su aporte al estilo clásico nacional argentino, dotó a este sitio de una majestuosidad única. Bustillo, autor de importantes obras como el Hotel Provincial en Mar del Plata y el Hotel Llao Llao en Bariloche, dejó su huella en este rincón de Gándara, elevando su valor arquitectónico y cultural.
Hoy, la histórica Capilla Nuestra Señora del Rosario vuelve a renacer gracias a la dedicación de muchas personas movidas por la fe y el compromiso de la Diócesis de Chascomús. El renacimiento de este emblemático lugar no solo busca recuperar su esplendor, sino también devolver a la comunidad un centro de espiritualidad y esperanza, donde la luz de la fe siga iluminando el camino de todos los peregrinos.