Estuvieron presentes, por ejemplo, Héctor Daer, Pablo Moyano y Andrés Rodríguez, entre los sindicalistas; también intendentes y exintendentes de la provincia; o Victoria Tolosa Paz y Santiago Cafiero, personas clave del último gobierno y apuntados como más cercanos al gobernador riojano Ricardo Quintela en la interna partidaria. Y en este punto, entre los ausentes estuvieron los miembros del Gabinete bonaerense cercanos a Cristina Fernández, como el ministro de Salud, Nicolás Kreplak; Juan Martín Mena, de Justicia y Derechos Humanos; o Florencia Saintout, titular del Instituto Cultural.
El 17 de octubre, dijo el Gobernador, es “un día de festejo”. “Festejamos estar juntos, festejamos la pelea que estamos dando” a lo que calificó “desastre de Milei”. Aunque, aclaró, Milei “no dura para siempre”.
Después de agradecer a las organizaciones sociales, sindicalistas, intendentes (“decenas”), estudiantes, jubilados, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Kicillof se preguntó: “¿Qué se conmemora hoy?”. E introdujo diciendo que “un 17 de octubre recuperamos la democracia en Argentina”. “Había que dar vuelta esa situación de proscripción, de persecución”, sobre la detención de Juan Domingo Perón. Y fueron los miles y miles de argentinos movilizados los que “hicieron nacer en la Argentina un nuevo país, un país con igualdad”.
Kicillof recordó a María Roldán, “la primera mujer sindicalista de Latinoamérica”, y a partir de allí (cuando “también estaba surgiendo el feminismo en Argentina”), marcó sus diferencias con la actual gestión nacional, que por ejemplo le bajó la persiana al Ministerio de Mujeres. En el medio criticó fuertemente también a su antecesora María Eugenia Vidal, “que pensaba que podía gobernar nuestra provincia a control remoto”, y frente a las “seis cuadras de movilización”, que los organizadores estimaron en 50.000 personas, retomó: dijo que cuando hay crisis económicas como la que generó Milei, “son las mujeres las que se ponen al frente”.
Cerca de Astilleros Río Santiago o del mismísimo Puerto La Plata, siempre en el “kilómetro 0 del peronismo”, Kicillof también remarcó: “Estamos a pasitos de lo que va a ser el Canal Magdalena”.
En su repaso histórico, el Gobernador recordó que el 17 de octubre de 1945 se terminó con “una situación de proscripción y persecución”. “Hay que recordarlo, porque en pocos días un tribunal de la vergüenza, en Comodoro Py, con una causa inventada y trucha, va a querer hacerle creer a alguien que Cristina es culpable en la causa Vialidad”. Y lanzó: “Basta de persecución, basta de proscripciones”.
De nuevo a la línea de tiempo, para Kicillof el 17 de octubre de 1945 “no solo transformó la vida, la economía del país, sino que para siempre transformó las conciencias, las mentes y los corazones, por supuesto de los peronistas, pero también de todos los argentinos y argentinas”. Y concluyó afirmando que en Argentina “volverá el gobierno del peronismo”.
Es que aquella historia que se inició casi ochenta años atrás “continúa”, “está inconclusa”, “y por eso estamos acá para escribirla”. “Si alguno piensa que vinimos acá solo para recordar el pasado, se equivoca. Estamos acá fundamentalmente para escribir el futuro”.
Según Kicillof, estos cincuenta años que siguieron a la muerte de Perón, el peronismo tuvo “páginas más felices y otras peores”. “Eso es así, pero quiero dejar en claro que en este siglo XXI fueron Néstor y Cristina, los que le devolvieron al peronismo su fuerza transformadora, esa que nació con Perón y Evita, siempre dándole protagonismo a las masas populares”. Y en alusión al actual gobierno, opinó el Gobernador, “si la libertad en algún momento avanza, es solo cuando va de la mano de la igualdad y de la justicia social”. Sin embargo, en la gestión Milei “la única libertad que avanza” es la de los ricos, los privilegiados, los millonarios, la “timba” financiera. “Explotando a los laburantes”, contaminando el planeta, saqueando los recursos.
Luego Kicillof contó la actividad que realizó durante la mañana de este jueves, en la zona sur del Conurbano: entrega de viviendas, anuncio de cloacas, recorrida por un parque industrial, la construcción de una nueva sucursal del Banco Provincia. Y lo planteó como una síntesis de lo que es el peronismo. A partir del caso de una familia que conoció, habló de los sueldos de los policías bonaerenses (el hombre de la casa es un expolicía que trabajó 34 años sin faltar, “esos son nuestros sarmientos”), jubilaciones, de la universidad pública, escuela técnica, salud pública, movilidad social ascendente. “Cómo les duele que nuestros pibes y pibas tengan iguales derechos”.
Kicillof criticó el modelo económico de Milei y puso el acento en la situación de las provincias: las transferencias, los recortes para el transporte, docentes, seguridad. Y les dijo a los bonaerenses, no sin antes mencionar destacar políticas provinciales: “Si tienen reclamo, vayan a Milei a decirle que le devuelva al gobernador, al pueblo de la provincia, los fondos de jubilaciones, de transporte, para los maestros, para la seguridad…”. Y de paso, del Gobernador para el Presidente: “Basta de mentir, la casta no es el pueblo. Si querés perjudicar a la casta, fijate en tu Casa Rosada, tus socios, tus amigos. Basta de joder al pueblo”.
Kicillof comparó los gobiernos de Mauricio Macri y Javier Milei. “Nos hablaban de la luz al final del túnel, de los brotes verdes, del segundo semestre… Ahora se han puesto bíblicos, de cruzar el desierto y llegar a la tierra prometida. Siempre el mismo verso, siempre el mismo verso”. Para el Gobernador, hay ganadores: los de la timba financiera. “Esto es un Esquema Ponzi, un esquema piramidal de afano de todo el pueblo argentino. Se están llevando los dólares que entran del blanqueo a la timba; los dólares del colchón, a la timba”. Y apuntó directamente contra el ministro de Economía, Luis Caputo: “El responsable de esto durante el gobierno de Macri es el mismo ministro de economía que tenemos ahora, lo mismo de siempre, la timba”.
A propósito, Kicillof mencionó el petróleo, Vaca Muerta y el litio. Las empresas “van a entrar a hacer una inversión para luego llevarse recursos sin dejar nada alrededor y nada para la gente. Por eso quiero decir que es un saqueo”. Y habló de los negocios que empiezan a aparecer con terrenos o edificios públicos, o con las nuevas tecnologías financieras, “todo desregulado”.
Hubo mención a Aerolíneas Argentinas y sus trabajadores: la privatización de los 90 y la recuperación en el “gobierno de Cristina”. “Si tiene cuatro patas, si ladra, si mueve la cola, es perro. Así que esta privatización ni ladra ni mueve la cola, pero nos quieren chorear de nuevo Aerolíneas Argentinas, que es de todos y todas”.
Kicillof habló de una actividad junto a Andrés “Cuervo” Larroque en Caritas, días atrás. “El pueblo está sufriendo y la patria está en peligro”. Y como mensaje de aquel encuentro, “es una época donde tenemos que estar con los brazos abiertos y con los oídos atentos. Tenemos que escuchar, escuchemos a los que han sido siendo dañados, a los chicos y a las chicas, a los universitarios, a los pequeños y medianos empresarios, a los trabajadores y trabajadoras, a los que quieren invertir de verdad, nuestras pymes, nuestras empresas, a los jubilados, a las maestras. Escuchemos, seamos modestos, no estamos para dar clases, sino para entender y después nosotros para representar siempre desde cerca, siempre con el corazón abierto, siempre con generosidad”.
Y allí llegó una de las afirmaciones esperadas de la tarde: “Y que nadie busque palabritas, porque si algo quiere la derecha es vernos divididos. Nunca me van a ver buscando divisiones”.
Acto seguido, la provincia, su gestión y el futuro: “Cuando duden, cuando los invada la angustia o sientan que no hay futuro, recuerden siempre que acá en la provincia de Buenos Aires derrotamos tres veces a Milei”. Y siguió: “La provincia que produce la mitad de los bienes industriales de la Argentina, que tiene el 40% casi de los habitantes del país, dijo y lo dijo como se pronuncian los pueblos en democracia, lo dijo en las urnas, lo dijo con el voto, dijo que no queríamos poner ni una topadora, ni una motosierra en la Casa Rosada. No queríamos, desde la provincia de Buenos Aires que se destruya el Estado desde adentro. Queríamos, al revés, más Estado, mejor Estado, y para todos y para todas”. (DIB)