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jueves, mayo 2, 2024

Francisco “Bebu” Verón, boxeo: “Solo queda ir y ojalá, Dios quiera, traer una medalla”

El boxeador bonaerense, que forma parte de la estructura del “Chino” Maidana, competirá entre los medianos.

Por Gastón M. Luppi, de la redacción de DIB

Cecilia Carranza y Santiago Lange serán los abanderados de argentina en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio, el viernes 23. Hace cinco años, en Río de Janeiro, ellos lograron la primera medalla de oro para el yachting argentino, la disciplina que más aportó al palmarés olímpico nacional en los últimos 25 años. Así y todo, la vela tiene en su historial menos de la mitad de las medallas que cosechó el boxeo argentino en la primera mitad del siglo pasado.

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La delegación nacional para Tokio 2020 cuenta con cuatro boxeadores: el salteño Ramón Quiroga (52 kg.), el santafesino Mirco Cuello (57 kg.) y el bonaerense Francisco Verón (75 kg.), a quienes por estos días se sumó la cordobesa Dayana Sánchez (60 kg.), invitada por el Comité Olímpico Internacional. La Selección se entrenó hasta este fin de semana en Santa Teresita, ahora trabajará unos días en el Cenard y el jueves partirá hacia Tokio.

“Estoy recontento, es algo que vengo buscando desde hace mucho”, le dice el “Bebu” Verón a la Agencia DIB, y pone en contexto: “Estábamos en la duda de si entraba o no, y terminé entrando como tercero de América. Así que estoy contento y disfrutando mucho lo que estoy viviendo acá. Porque no es solo disfrutar el estar allá, sino también disfrutar de todo el proceso”, cuenta el boxeador que el lunes 26 debutará en el Arena Kokugikan.

Verón es peso mediano, tiene 22 años y es oriundo de José León Suárez. Su clasificación fue por ranking, al igual que la de Quiroga y Cuello, sistema que a su vez dejó fuera de carrera a otras y otros deportistas del país. Es que por la pandemia se canceló el Preolímpico que se iba a realizar este año en Buenos Aires, certamen que el año pasado debió posponerse. Entonces, sin chances de ganarse la plaza en el ring, los deportistas pasaron a depender de resultados anteriores (2018 y 2019); resultados propios, sí, pero de otro momento de sus carreras.

Francisco “Bebu” Verón, uno de los cuatros boxeadores de la delegación argentina en Tokio. – Instagram: @francisco.bebu.veron –

Sin Preolímpico, primero se confirmaron las clasificaciones de Quiroga y Cuello, y con un poco más de suspenso se conoció luego la de Verón. “Se hizo relargo”, le admite a DIB. “Para mí significa un objetivo cumplido, es un sueño que estoy viviendo. Porque lo vengo buscando desde hace mucho, no es que pasó de un día para el otro. Y lo vengo buscando con todo un equipo detrás, con la ayuda de mi familia, mi papá [entrenador], de muchos amigos. La verdad, no fue nada fácil, y es un orgullo estar acá, dentro de los Juegos Olímpicos, que no es poca cosa. Yo con ir a los Juegos Olímpicos ya cumplí un sueño. Así que solo queda ir y ojalá, Dios quiera, traer una medalla”.

Amateur y profesional

Con cambios en estos Juegos de Tokio, y con la posibilidad de que compitan boxeadores ya profesionales, la pandemia terminó haciendo cruzar estos dos caminos en la carrera de “Bebu”, quinto puesto en los Juegos Panamericanos de Lima, en 2019. “Tuve la duda”, reconoce el bonaerense. “Cuando se suspendió el Preolímpico por primera vez, el año pasado, me quería hacer profesional pero no sabía si iba a poder pelear en la olimpíada. Después cambiaron las reglas, mi papá me dijo: ‘¿Viste que ahora se puede pelear profesional y entrar a las olimpíadas?’, y al mismo tiempo nos contactó el ‘Chino’ [Maidana]. Así que se me dio todo como quería: entrar a las olimpíadas y hacerme profesional; yo quería ir a los Juegos sí o sí”.

Bajo el paraguas de la estructura del “Chino” Maidana, Verón ya tiene tres combates en el boxeo rentado, los tres con triunfo por nocaut. Y vaya paradoja. En su caso la participación en un Juego Olímpico será, por un lado, la concreción de un sueño. Pero por otro, el cierre de una etapa y el inicio de una nueva carrera. “Una vez que termine la olimpíada, me hago profesional y no vuelvo a los Juegos. Obvio que me gustaría seguir, pero también me gustaría dejarles el lugar a otros boxeadores. Porque cuando yo pude entrar, si seguía el titular de antes, se me iba a complicar por ser favorito el otro. Así que también me gustaría dar el lugar, la oportunidad, a otro chico”.

El boxeo olímpico y el boxeo profesional son dos deportes totalmente diferentes. “Cambia mucho”, resume “Bebu”. “Los guantes, el vendaje, la preparación, la cantidad de peleas… Si quiero llegar a la final, son cinco, seis peleas, una tras otra, y tengo que dar el peso todos los días. En cambio, en profesional, vas, te pesás un día, y al otro día podés comer todo lo que quieras”, sintetiza entre risas. Y de las peleas en sí: “Son tres rounds, de tres minutos, tenés que dejar todo ahí”.

A propósito, para quienes quieran seguir los combates de “Bebu” Verón en estos Juegos, anticipa qué tipo de boxeador se podrá ver sobre el ring. “Se va a ver un poco de todo. Antes, cuando me preguntaban esto, decía: ‘Se va a ver un ‘Bebu’ estilista, que se va a mover, va a tocar, va a entrar, va a salir’. Pero después de afirmar las manos con las peleas en el profesionalismo, y ya se pudo ver en Turquía [NdR: venció en la final del Torneo Internacional de Estambul al medallista olímpico kazajo Kamran Shakhsuvarly], ahora meto la mano dura. Así que dependerá del rival la estrategia que vamos a plantear. Pero en algunas peleas voy a tener que llevármelos por delante y en otras voy a tener que ser estilista”.

Los Juegos serán para Verón “experiencia y disfrutar de estar ahí”. “Sé que no va a ser lo mismo por los protocolos y todo eso, pero lo voy a disfrutar igual. Con estar ahí y cruzar a los mejores deportistas por los comedores, será vivir un sueño. Y más que nada, la experiencia que voy a ganar”. Y agrega: “Por más que no sea del ambiente boxístico, la gente va a estar apoyándome. Voy a estar contento de representar a Argentina y tener a tanta gente apoyándome, gane o pierda”.

Un pibe de barrio

Francisco Verón es de José León Suárez, partido de San Martín. “Soy muy de barrio, un pibe humilde que no me la creo ni nada. Siempre de perfil bajo, como me enseñó mi viejo: esté donde esté, yo tengo que ser humilde y eso no puede faltar. Soy re de barrio”, le resume a la Agencia DIB.

Y en ese barrio, se entrena. “Antes de la última concentración, estábamos entrenando en la Plaza 9 de Julio, que está a cuatro, cinco cuadras de mi casa. Colgamos las bolsas ahí, es unos árboles, y no solo mis hermanos y yo, sino que tenemos un equipo de futuras promesas que andan muy bien, están metiendo peleas. Y salimos de ahí, de la plaza”.

El guiso de mamá

“Nunca hice dieta para pelear. Yo como guiso, esa es mi dieta. No tomo proteínas, vitaminas, nada de eso. Lo que sí, cuando tengo que bajar de peso, dejo de lado el pan, no como frituras, alfajores y eso”, le resume a DIB.

“Bebu” Verón, de José León Suárez a los Juegos Olímpicos de Tokio. – Instagram: @francisco.bebu.veron –

El boxeo en el palmarés

El boxeo aportó 24 medallas al palmarés olímpico argentino, contra las 10 que sumó la vela. En total, hubo siete boxeadores campeones olímpicos: Víctor Avendaño, Arturo Rodríguez Jurado, Carmelo Robledo, Alberto Lovell, Oscar Casanovas, Rafael Iglesias y Pascual Pérez; otros siete medalla de plata: Alfredo Copello, Héctor Méndez, Víctor Peralta, Raúl Landini, Amado Azar, Guillermo Lovell y Antonio Pacenza; y diez medallas de bronce: Pedro Quartucci, Alfredo Porzio, Raúl Villarreal, Francisco Resiglione, Mauro Cía, Eladio Herrera, Víctor Zalazar, Abel Laudonio, Mario Guilloti y Pablo Chacón.

La diferencia entre el boxeo y la vela radica en que desde Atlanta 1996 hasta la actualidad, el boxeo aportó una medalla (el bronce de Chacón), frente a las ocho de la vela (tres con Santiago Lange). (DIB) GML

ViaDIB

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