El domingo 30 de octubre de 1983 triunfó la fórmula de la Unión Cívica Radical (UCR) conformada por Raúl Alfonsín y Víctor Martínez, con casi el 52% de los votos.
Ayer se cumplieron 40 años de la recuperación de la democracia, y el programa de Radio Nacional “Ahí vamos” realizó una emisión especial desde Chascomús, el pueblo natal del presidente argentino.
El 10 de diciembre de 1983, Juan Carlos Gastón, radical, asume la intendencia de Chascomús: “Era tal la efervescencia, no había dudas que iba a ganar Alfonsín. Raúl Alfonsín fue un político por excelencia. Recorría la campaña en un sulky. Era un hombre con coraje, sencillo, amable, siempre tenía salidas espontáneas”.
Su hijo, Javier Gastón, actualmente reelegido intendente de esta ciudad contó que “llevan adelante una gestión para mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo, en forma coordinada con la provincia y con la Nación: vamos a gobernar con más Estado, con más democracia, con más participación. Así es que vamos a ir atendiendo las necesidades de nuestro pueblo; de los sectores más postergados”.
Por su parte, el embajador argentino en España e hijo del ex presidente, Ricardo Alfonsín, recordó también la figura de su padre y gran político de la UCR y apoyó la candidatura a la presidencia de Sergio Massa. “Quienes piensen en una construcción de una sociedad más justa, en la distribución de la riqueza, que haya equidad y exista la justicia social, deben votar a Massa. Con Milei tengo diferencias profundas, y no como radical sino como demócrata. Su manera de ser pone en riesgo la democracia”, expresó.
“Hay un esfuerzo que hacer en conjunto, tenemos que hacer la transición del estancamiento al desarrollo. Hay que tener mucho cuidado, costó mucho conseguir la democracia, y tenemos que cuidarnos y saber cómo comportarnos como ciudadanos. Será más fácil resolver los problemas con democracia que sin ella”, agregó Alfonsín.
Una entrañable amiga
Dora Orbe de Giambroni, amiga de toda la vida de Raúl Alfonsín, contó cómo vivió el día que asumió la presidencia: “Vimos la transformación de este amigo tan querido, tan solidario, que nos acompañó siempre. Vimos cómo toda la Argentina se iba dando cuenta de lo que era. Yo estaba colgada de un balcón frente a la Plaza de Mayo, y cuando lo vimos pasar le gritamos: Rulo, Rulo, Rulo!”.