En las últimas horas, la consultora Scentina anticipó que el consumo masivo podría finalizar este 2024 con una caída superior al 10%, lo cual significaría que este 2024 fue el peor desde 2001, pese a que los precios del sector en septiembre fueron los más bajos del año.
“Sabíamos que el segundo semestre sería el más duro del año porque se compara con las mejores bases de 2022, cuando hubo acciones concretas para incentivar el consumo en un contexto electoral“, explicó el director de Scentina, Osvaldo del Río a Noticias Argentinas.
En esta línea, el informe que realizó la consultora apunta que la caída del consumo masivo se debe a la pérdida del poder adquisitivo y la alta inflación, que si bien el 4% que relevó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) confirmó que bajó, los costos de los servicios y alquileres fueron en aumento.
Asimismo, Del Río destacó que, como es habitual en situaciones en las que el poder adquisitivo baja, la “gente migró hacia segundas y terceras marcas” y añadió que “ya viene buscando desde hace tiempo productos más económicos, tratando de hacer rendir al máximo su capacidad de compra”.
Por caso, el titular de la consultora señaló que el consumo masivo está estable desde abril, “sin grandes caídas entre un mes y otro”, de todos modos auguró que va a continuar así “al menos, hasta el 2025” y aclaró que se trata de una “nueva normalidad de bajo consumo, que será muy difícil de revertir en el corto plazo”.
“Posiblemente veamos caída de doble dígito hasta noviembre inclusive”, sostuvo Del Río que señaló que en caso de que la retracción sea superior al 10%, la línea de la baja del consumo masivo sería “peor” que la que alcanzó en la crisis del 2001.
En concreto, el consumo masivo empaquetado, que incluye alimentos, bebidas, cosmética y productos de limpieza con código de barras, sufrió una contracción del 17,2% en agosto, en comparación el mismo mes del año pasado, en tanto que el supermercadismo cayó un 18%, los autoservicios un 17% y los almacenes y kioscos cerca del 17%. “No hay ningún sector que se esté salvando de esta tendencia”, señaló.
Los datos del consumo masivo son el reflejo de la pobreza
En la última semana el INDEC dio a conocer que la pobreza en Argentina registró una suba en el primer semestre del año y se ubicó en 52,9%, por lo que afectó a más de 24 millones de personas, según los datos oficiales proyectados para todo el país, con lo cual el nivel subió 11,2 puntos porcentuales con respecto al relevamiento del último semestre de 2023.
En detalle, el informe de los 31 aglomerados urbanos de la Encuesta Permanente de Hogares realizó el INDEC registró que más de 4,3 millones de hogares se encuentran por debajo de la línea de la pobreza, lo que significó que es el dato más alto registrado desde la crisis de 2002.
En suma, pese a que el Gobierno nacional insiste con que el porcentaje de inflación mensual bajó en términos reales en comparación a los años anteriores, los costos de alquiler y de servicios básicos encarecieron la calidad de vida de los argentinos.
Los alquileres y el consumo masivo
En línea con los datos que dio a conocer la consultora Scentina, las organizaciones Inquilinos Agrupados y Ni Una Menos realizaron una encuesta en viviendas que son arrendadas y revelaron que en septiembre de 2024, el 44,5% de los ingresos de los hogares se destina a pagar los alquileres y las expensas.
En el informe también detallan que uno de cada cuatro de los encuestados, tuvo que mudarse en los últimos meses porque no pudo afrontar el aumento del precio de los alquileres y 42,2% reconoció que tendrá dificultades para pagar los alquileres los próximos meses, en tanto que el 46,7% dijo que “tal vez” tenga problemas.