Las paredes del Club Deportivo Chascomús cobran vida a través del arte de Andrés Rotundo, un destacado muralista local. En su obra, Rotundo fusiona su conexión emocional con el club, donde alguna vez vistió los colores albicelestes, con su pasión por el arte. Sus murales no solo embellecen el espacio, sino que también transmiten un mensaje profundo sobre la importancia de los vínculos y la integración comunitaria.
El mural, encargado por el nuevo concesionario del bar del club, captura la esencia del “tercer tiempo”, ese momento especial donde la comunidad deportiva se reúne para celebrar, independientemente de los resultados. Para Rotundo, estas obras son más que simples pinturas; son manifestaciones de la conexión humana que el deporte promueve en la comunidad.

Con una meticulosa planificación y diálogo con el cliente, Rotundo ha trabajado durante días en esta obra, que destaca los colores albicelestes y las distintas disciplinas deportivas del club. Su objetivo va más allá de simplemente embellecer el espacio; busca unir a la comunidad y poner en relieve la importancia del arte en la vida cotidiana.
Este proyecto artístico no solo ha captado la atención local, sino que también ha proyectado al Club Deportivo Chascomús a nivel regional. El arte de Rotundo no solo transforma las paredes, sino que también abre nuevas oportunidades comerciales y culturales para la comunidad.
Además de sus contribuciones locales, Rotundo ha dejado su huella en diversas ciudades de Argentina y ha sido invitado a compartir su experiencia en encuentros internacionales de muralismo, como el 5° Encuentro Internacional de Muralistas en Ushuaia. A través de su arte y sus charlas, Rotundo continúa inspirando a comunidades más allá de las fronteras de su ciudad natal.
En un mundo donde el reconocimiento a menudo llega desde fuera, Andrés Rotundo sigue enriqueciendo su comunidad con su arte, llevando color y vida a través de las barreras de la indiferencia.