El recorrido tenía puntos de descanso indispensables, ya que en esa época el viaje tomaba muchas más horas que ahora, con la autovía. Dolores, ubicada en el cruce con la Ruta 63, que desviaba a quienes buscaban otras playas, siempre fue un punto clave para cargar combustible, descansar, ir al baño y comer algo. Así nació un centro gastronómico, un término que no existía en los años 60 y 70, que hoy sigue siendo característico de la zona, aunque ahora se ubica sobre la Ruta 63.
En aquellos años, las paradas eran más prolongadas, los autobuses se detenían para que los pasajeros pudieran bajar a consumir numerosos sándwiches, y no era raro ver a una familia disfrutando de una parrillada acompañada de vino tinto de la casa.
A lo largo de la vieja Ruta 2, en el tramo que fue desactivado cuando se construyó la autovía, existían numerosos paradores. En el punto de encuentro de ambas rutas, se encontraba La Estrella del Camino, una estación de servicio que llegó a vender hasta un millón de litros de combustible al mes durante la temporada alta.
Hoy, este icónico parador está siendo demolido. Las máquinas avanzan sobre los ladrillos, mientras la torre que aún muestra la estrella de chapa, con la pintura descascarada y marcas de óxido, espera su fin.
Testimonio
Mario “Caiaia” Cremonte, hijo del fundador de la estación inaugurada en 1949 y que operó hasta el 30 de marzo de 1997, recordó: “Con 25 surtidores, llegamos a vender 15 millones de litros de combustible al año, mientras que el ACA, con 84 surtidores, vendía 19 millones”. Sin embargo, lejos de la nostalgia, Cremonte reconoce que hoy esto sería imposible debido a los avances en la mecánica automotriz: antes, los autos que partían de Buenos Aires necesitaban repostar a mitad de camino, algo que ya no es necesario. “Antes paraba el auto, ahora para el hombre”, concluye.
Cremonte estuvo al frente de La Estrella del Camino desde 1973, junto con su hermano, hasta que el año pasado vendió el predio, que ya estaba completamente desactivado.
La autovía Ruta 2
La autovía, inaugurada en 1992, clausuró el tramo de la vieja ruta que hoy se conoce como pasaje Carlos Gardel, donde quedaron las ruinas de muchos paradores y estaciones de servicio. La Estrella del Camino es uno de los últimos en desaparecer.
Se sabe que existen propuestas para desarrollar nuevos emprendimientos en el lugar, relacionados con el perfil gastronómico de la zona. Sin embargo, es probable que estos nuevos comercios tengan un estilo diferente, orientado a no detenerse demasiado, satisfacer el apetito rápidamente, incluso dentro del auto, y seguir hacia el destino final. (InfoGEI)Ac