Omar Clemente Belardinelli, el empresario de 79 años que ayer fue hallado muerto tras sufrir un robo en su casa de la ciudad bonaerense de Lobos, murió de un infarto según lo que concluyó hoy la autopsia.
En su reporte preliminar, los médicos legistas de la morgue de la Policía Científica de La Plata le informaron a la fiscalía que la causa de muerte de la víctima fue un infarto, que detectaron problemas cardíacos previos y que no presentaba golpes u otro tipo de lesiones.
El hombre, padre de un funcionario judicial de la Nación y dueño de una distribuidora de alimentos, fue encontrado muerto y maniatado en su vivienda, luego de que al menos un delincuente ingresara al domicilio para robar y huyera con la camioneta de la víctima, que fue hallada abandonada en el partido de La Matanza.
La autopsia arrojó que su muerte fue entonces producto del shock de la situación vivida, y que no sufrió ninguna lesión mortal, aunque a simple vista los forenses no detectaron heridas.
De todas formas, la causa fue caratulada en principio como un “homicidio en ocasión de robo” y se estima que el hecho ocurrió entre la noche del sábado y la madrugada de ayer.
El cuerpo del hombre, quien era padre de Matías Belardinelli, secretario de la Fiscalía General de la Unidad Fiscal para la Investigación de la Causa AMIA (UFI-AMIA), fue hallado ayer cerca del mediodía en su vivienda ubicada en la calle Berro al 200, esquina Sarmiento, de la mencionada localidad del interior de la provincia de Buenos Aires.
La vivienda presentaba signos de violencia, ya que una reja de la cocina había sido barreteada y se presume que por allí irrumpieron los ladrones.
En tanto, se estableció que varios ambientes de la casa se encontraban revueltos, por lo que los investigadores creen que el o los delincuentes estuvieron varios minutos buscando elementos de valor para llevarse.
La familia, en tanto, denunció el robo de una camioneta Toyota Hilux doble cabina propiedad de la víctima, que luego fue hallada abandonada en el cruce de las calles Voissin y El Resero, en la localidad de Gregorio de Laferrere, partido de La Matanza, que los delincuentes pretendieron incinerar, aunque fracasaron en su intento. (DIB)