El Rally de Regularidad Citronero, un evento altamente anticipado para los fanáticos del Citroën 2CV, se llevará a cabo el próximo 23 de noviembre. Este rally especial cubrirá 80 kilómetros, comenzando en Jeppener y culminando en Chascomús, con un recorrido que atravesará los pintorescos pueblos de Gándara y Altamirano.
El rally iniciará en Jeppener, un lugar de gran relevancia histórica para los entusiastas del Citroën. A pocas cuadras de la estación del Ferrocarril Roca se erige el complejo industrial donde, a comienzos de los años 60, se montaron los primeros Citroën 2CV argentinos. La planta había sido inaugurada en 1949 por Nello Sequenza, un inmigrante italiano, con el objetivo inicial de producir máquinas de coser eléctricas y a pedal bajo el nombre Pfaff-Bromberg S.A. En la década de 1950, la empresa amplió su producción para incluir motores de motocicletas.
Al finalizar esa década, Citroën Argentina alcanzó un acuerdo para utilizar esta planta para la fabricación de los primeros 2CV en versiones de auto de pasajeros (AZL) y furgoneta (AZU). Esta decisión se debió a los avanzados centros de mecanizado disponibles, que facilitaron la adaptación rápida a la producción automotriz. Durante este periodo, se ensamblaron un total de 120 unidades antes de que la producción se trasladara a la nueva planta de Citroën en Barracas en mayo de 1960. A pesar del cambio, el vínculo de la fábrica de Jeppener con Citroën se mantuvo hasta el cierre de la filial argentina a fines de 1979.
Desde Jeppener, los participantes del rally se adentrarán en un recorrido escénico, atravesando Altamirano y Gándara, antes de llegar a Chascomús. Este trayecto no solo celebra la historia del Citroën 2CV, sino que también ofrece un paseo encantador por los paisajes rurales de la región.
El rally promete una experiencia memorable para los amantes de los clásicos Citroën 2CV, combinando la nostalgia por la historia del automóvil con la belleza de los caminos rurales. La llegada a Chascomús cerrará el evento con un sentido de logro y celebración, destacando la conexión duradera entre el Citroën 2CV y la comunidad local.