Por Carlos Alvarez Correa. [email protected] | @la.voz.del.productor
La Fundación es un ente sanitario colaborador del Plan Nacional de lucha contra la Fiebre Aftosa. Plan de orden público y de interés nacional. Los productores por ello están obligados a comprar vacunas antiaftosa a los entes de colaboración. En Chascomús, el ente, es la Fundación de Lucha Antiaftosa.
“Clientes cautivos de esa Fundación”. Los productores están obligados a vacunar todo su rodeo dos veces al año y comprar obligadamente en este partido a la Fundación Antiaftosa, debido a que no hay veterinaria que las venda.
En la reunión fueron consultados por la prensa cómo se eligen sus autoridades. Y explicaron que se “autoproclaman a través del Consejo de Administración”. También se evidenció que hace años las mismas se encontrarían ocupando sus lugares, obligando a los productores a acatar sus decisiones.
Por supuesto que no poseen ningún reparo ético para proponer alternancias o renovaciones. Es como un reinado autoproclamado.
LA CADENA. “EL PRODUCTOR FINANCIA EL SISTEMA”
La cadena funciona aceitadamente. Dos laboratorios fabrican las vacunas y ponen el precio. Las Fundaciones las adquieren sin discutir y por “compra directa”. Luego, a modo de “distribuidores” de los dos laboratorios del mercado, las Fundaciones las venden al cautivo productor, quienes están obligados a pagarlas. Así financia el sistema y quien lo critique es condenado.
El productor de Chascomús pagará a la Fundación esta campaña 838 millones de pesos.
En el partido de Chascomús hay 313.000 bovinos y en Lezama 106.000 (según Senasa). Se vacunarán 419.000 bovinos, por lo que se recaudarán 838 millones de pesos en esta campaña, casi un millón de dólares, o sea u$S 945.000 dólares estadounidenses oficiales al día de la fecha.
Los 19 productores presentes en la reunión -que alcanzaron a conocer la convocatoria-, preguntaron los costos existentes de las vacunas, la que fue informada. Solo mereció el análisis, que el 75 % del costo pertenece a la adquisición de la vacuna, el resto son gastos administrativos y de aplicación.
UN EXCEDENTE MILLONARIO EN CHASCOMUS
No obstante, la discusión se centró en el “excedente de dosis de vacunas”, cuando los miembros de la Fundación informaron que poseen 650.00 dosis de excedente como reserva que caracterizaron como “activo”. Explicaron también que no las poseen físicamente, sino que están muchas –sin dar precisión cuántas- abonadas y en manos de los laboratorios.
Efectivamente, la Fundación compró y posee un excedente de 650,000 dosis -según lo informado por las autoridades de la Fundación. Como distribuidores de la misma, poseen una campaña y media de excedente, la que a valor de hoy, $ 1100 pesos, calculamos en $ 715 millones de pesos, o seas 837.236 dólares estadounidenses oficiales BNA. Cada productor aportó al excedente con su compra, u$s 837,23. Sin fundamento alguno.
Esos 19 productores, de esta forma, supieron del “millonario negocio” manejado por personas que ni se presentaron en la reunión, ni explicaron a quienes representan, suponiendo que todos se conocían. Pero no era así, ya que un productor se retiró ofuscado, cuando al criticar el excedente de dosis, una de las autoridades, -un señor canoso-, no lo dejaba hablar con la típica actitud soberbia y modos del siglo pasado. Por ello, el productor, luego de pararse enojado, preguntaba en la puerta: “¿cuál es el nombre del que no me dejó hablar?”.
Decir que la reunión fue positiva, y culpar a los laboratorios del precio es tapar la contradicción que otro productor, -que además es un catedrático-, simplificó como síntesis: “se denotan dos intereses. Los productores por un lado y los de los integrantes de la Fundación por otro. Final abierto para una reunión que nadie sabe bien para qué sirvió.
Carlos Alvarez Correa