Tensión y contraste de modelos entre Axel Kicillof y Alfredo Cornejo: la relación con la Casa Rosada en el trasfondo
Axel Kicillof y Alfredo Cornejo profundizan la diferenciación en la nueva era política tras las elecciones. Tras bambalinas, la pulseada con Javier Milei por los recursos.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof y su par mendocino, Alfredo Cornejo, mantuvieron un contrapunto de visiones sobre la realidad del país en una reunión de gobernadores en el Consejo Federal de Inversiones, que el segundo de ellos llevó al limite del tono amable al calificar como “típico de kirchnerista” su diagnóstico y reprocharle, en público, haber llegado con demora a la cita en el microcentro porteño.
El evento con los gobernadores sirvió de cierre a la edición de este año del Programa Federal de Formación para el Desarrollo del CFI, que ya va por su sexta edición. Además de Kicillof y Cornejo, participaron el jujeño Carlos Sadir, el entrerriano Rogelio Frigerio y el puntano Claudio Poggi. Pero el bonaerense y el cuyano se llevaron todas las miradas por el contrapunto de miradas que explicitaron durante sus intervenciones.
Kicillof, que llegó 40 minutos tarde porque debió sortear “algunos accidentes” en el camino, según dijo, fue recibido con una ovación por buena parte de los 400 jóvenes de 23 provincias que participaron del evento, tuvo un discurso duro y, en cierto sentido, disonante con el del resto de lo mandatarios. “Se aplicaron recetas equivocadas”, dijo, de arranque, respecto de las políticas liberales aplicadas en los años 90.
Cornejo, que había hablado un poco antes, recogió el guante en una serie de declaraciones que formuló a la prensa terminado el evento. “En realidad respondió un poco lo que dije yo, que creo que hay un balance negativo de los 42 años de democracia”, dijo Cornejo respecto de la intervención de Kicillof, al que no se privó de facturarle la demora. “Es miembro del CFI como cualquier otra provincia. Llegó tarde porque tenía sus excusas, entendí, ¿no?”, disparó Cornejo.
Es miembro del CFI como cualquier otra provincia. Llegó tarde porque tenía sus excusas, entendí, ¿no?
Debate de modelos
¿Pero qué dijo Cornejo que desató la respuesta de Kicillof? Básicamente, que Argentina necesita más sector privado y menos estado para su desarrollo. “Nos desarrollamos con Estado, pero con un Estado inteligente y ampliando nuestro sector privado, teniendo cada vez más empresas. Somos el país de toda la región, pero de buena parte del mundo, que tiene menos empresas cada mil habitantes. O sea, esto es necesario, tener más empresas para crecer”, dijo.
En la mirada de Cornejo tiene un componente temporal: para él, desde la recuperación de la democracia, la economía argentina no para de involucionar y eso se nota en la comparación con países de la región.
“Ese balance negativo es que países limítrofes, por ejemplo Chile, que tenían al principio de nuestra democracia en la década del 80 un Producto Bruto per cápita inferior a Argentina, hoy día tienen un Producto Bruto per cápita superior a Argentina. Eso es un balance objetivo, concreto, es decir, producen más riqueza que la Argentina para los habitantes que tiene”, dijo Cornejo.
La intervención posterior de Kicillof delineó el escenario inverso. Para el gobernador bonaerense no fue falta de mercado, sino que durante la década del 90 “se aplicaron recetas equivocadas. Había como un manual de instrucciones como el manual de Washington, basado en desregulación y privatización. Se decía que con la caída del muro a los países les iba a ir bien si aplicaban esas medidas”. Enfatizó un paralelo explícito con la actualidad: “En nuestro país se aplicaron a rajatabla esas políticas neoliberales y de apertura indiscriminada. Cualquier similitud con la realidad… esto ya se probó en Argentina”, advirtió antes de apuntar que “el resultado fue más pobreza y desigualdad.
En nuestro país se aplicaron a rajatabla esas políticas neoliberales y de apertura indiscriminada. Cualquier similitud con la realidad… esto ya se probó en Argentina
Cornejo se guardó el último retruque, que hizo ante la prensa: “fue el típico diagnóstico kirchnerista”, dijo.
El contrapunto se da en medio de los realineamientos de los gobernadores luego de las elecciones del 26 de octubre pasado. Aunque con tensiones, Cornejo es muy cercano a la Casa Rosada, mientras que Kicillof mantiene un enfrentamiento frontal con el presidente Javier Milei, que incluso se niega desde hace meses a concederle una audiencia que le pidió en reiteradas ocasiones.
En el trasfondo hay necesidades e intereses cruzados. La Casa Rosada busca apoyo para las reformas que, vía parlamento, Milei quiere que se aprueben y apliquen lo más rápido posible. La laboral en primer término, pero también una modificaición al esquema impositivo y, en un plazo también más largo, una reforma jubilatoria. Las provincias requieren en general fondos, pero especialmente autorización para tomar deuda en un momento en que está bajando el Riesgo País, lo que viabiliza ese mecanismo. Kicillof aún no tiene autorización de la legislatura provincial, pero si la obtuviese, luego tendría que negociarlo con Nación, ya que el ministerio de Economía tiene la facultad de autorizar o no la operatoria. (DIB)

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