Sin educación no hay desarrollo: el ajuste a la formación técnica y la apertura de importaciones profundizan la crisis industrial
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La Argentina atraviesa un momento crítico. En apenas 18 meses de gestión, La Libertad Avanza (LLA) llevó adelante un recorte del 76% en la Educación Técnico Profesional, un sector estratégico para el desarrollo productivo del país. Esta poda presupuestaria –que se combina con el cierre de institutos de formación técnica en la Ciudad de Buenos Aires bajo la gestión de Jorge Macri y con la derogación del Fondo Nacional destinado al área– deja al descubierto una política cuyo impacto trasciende lo educativo: afecta directamente a la industria, al empleo y al futuro económico de la nación.
El panorama se vuelve aún más alarmante al observar lo que ocurre en el sector productivo. En lo que va del año, el cierre de fábricas y los despidos masivos han dejado una huella profunda. La planta de electrodomésticos Whirlpool bajó sus persianas; por su parte, Porcelanatos ILVA cerró en septiembre dejando 300 trabajadores en la calle. A esto se suman las suspensiones en firmas emblemáticas como FV (griferías), Akapol (pegamentos), FARA (ladrillos) y laboratorios Sidus, hoy controlado por Roemmers.
De acuerdo con el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), desde la llegada del presidente Javier Milei cierran 30 empresas por día y ya se destruyeron 276.000 puestos de trabajo registrados. Los especialistas advierten que esta situación no constituye un daño colateral, sino la consecuencia directa de una estrategia económica que combina dos factores devastadores: ajuste educativo y apertura indiscriminada de importaciones.
Vaciamiento, recortes y retrocesos
El desmantelamiento de la educación técnica no es un hecho aislado. Responde a un proyecto más profundo que, según coinciden especialistas del ámbito pedagógico y productivo, busca “desindustrializar desde la raíz”.
Entre los puntos más preocupantes se destacan:
🔸 1. Eliminación del Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional (Ley 26.058)
Este fondo financiaba la mejora de infraestructura y equipamiento, la capacitación docente y los programas federales de articulación entre educación y trabajo. Su eliminación implica privar a más de 1.500 instituciones y miles de estudiantes de los recursos necesarios para mantener estándares de calidad.
🔸 2. Recorte del 76% en la inversión del sector en apenas 18 meses
Un informe de SUTEBA estima que el ajuste equivale a 295.870 millones de pesos menos para el sistema.
🔸 3. Reducción del 84,5% del presupuesto del INET
Según CTERA, el Instituto Nacional de Educación Tecnológica sufrirá un recorte histórico, debilitando la principal herramienta federal de adecuación tecnológica.
🔸 4. Cierre y fusión de Institutos de Formación Técnica Superior en la Ciudad
Un proceso que las gestiones macristas vienen aplicando desde hace años y que hoy se profundiza.
Cuando Milei presentó el proyecto de Presupuesto 2026, aseguró que el 85% del gasto estaría destinado a educación, salud y jubilaciones. Sin embargo, la letra chica revela lo contrario: el gasto educativo cae al 0,75% del PBI, el nivel más bajo en veinte años. Lejos de fortalecer el “capital humano”, se eliminan los instrumentos que garantizan financiamiento estructural a la formación técnica.
Industria debilitada, empleos en riesgo y desarrollo comprometido
La apertura de importaciones, sumada a la caída del consumo y la falta de políticas de protección industrial, golpea de lleno a las empresas locales, muchas de ellas intensivas en mano de obra y dependientes de personal técnico formado en los institutos que hoy están en retroceso.
El resultado es visible:
- Cierre de fábricas históricas.
- Suspensiones masivas.
- Despidos en cadena.
- Pérdida de competitividad productiva.
- Fuga de mano de obra calificada.
En un país donde la educación técnica fue clave para la creación de empleo, la innovación y el desarrollo industrial, recortar la formación es debilitar los cimientos mismos de la estructura productiva.
Congreso, negociaciones y un fin de año cargado de tensión
El Gobierno busca aprobar antes del 31 de diciembre dos proyectos clave:
- Presupuesto 2026
- Ley de “Inocencia Fiscal”
La sesión en Diputados prevista para el 17 de diciembre será crucial. Sin mayoría propia, LLA depende de acuerdos con gobernadores y bloques aliados para avanzar. Las negociaciones se multiplican, muchas de ellas más en la Casa Rosada que en el Congreso.
En paralelo, el Ejecutivo insiste en impulsar reformas profundas —laboral, penal y ambiental— durante el período de sesiones extraordinarias, que finaliza el 30 de diciembre, aunque el volumen del paquete legislativo hace difícil que todo pueda tratarse a tiempo.
Educación, industria y futuro: una ecuación indivisible
Los expertos lo resumen con claridad: No puede existir desarrollo sin educación, especialmente sin educación técnica. Y cuando a la reducción del presupuesto educativo se suma una apertura importadora sin regulaciones, la industria local queda desprotegida, debilitada y condenada a la pérdida de empleos y capacidades productivas.
Argentina enfrenta un dilema histórico. La decisión no es meramente presupuestaria o administrativa: es un debate sobre qué país se quiere construir en las próximas décadas.
Mientras el Gobierno avanza en un modelo que ajusta la educación y desarma la estructura industrial, los números, los cierres y los despidos confirman que este rumbo constituye, para muchos analistas, un cóctel mortal para el futuro productivo del país.
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