La publicación —de edición póstuma— fue escrita por el profesor Alejandro E. Fiadone, y llevada al papel por el Taller de Encuadernación Artesanal dirigido por Mercedes Canale, con la colaboración de Pepi Patti y Karina Dallavía. El libro recorre la vida de “Cocho” Borges, una figura entrañable del campo bonaerense, cuya historia está profundamente ligada a la identidad rural de nuestra región.
Una vida forjada en el campo
Nacido el 3 de abril de 1925 en Chascomús, Osmildo Borges pasó gran parte de su vida trabajando en campos ubicados entre el río Salado y la bahía de Samborombón, transitando parajes como Libres del Sud, Lezama, San Gregorio y San Rafael de Miguens. Desde joven se dedicó a las labores rurales: manejó tractores, pasó arados y participó de cosechas, conociendo de cerca la evolución de la maquinaria agrícola desde la tracción a sangre hasta la tecnología actual.
Pero más allá de su trabajo en el campo, Borges cultivó una pasión singular: la construcción de modelos a escala de maquinaria y estructuras rurales, una actividad que inició a los 7 años. Lo hacía en sus ratos libres, sin planos ni herramientas técnicas: trabajaba con sierras, limas, alambre, cartón, hojalata y soldadores, incluso reutilizando plomo de cañerías. Sus obras representan desde tranqueras y mangas hasta cosechadoras de las décadas del 30 y 40.
Reconocimiento y memoria viva
En 2022, “Cocho” Borges expuso su obra en el Museo Pampeano, donde el público pudo apreciar la minuciosidad de sus réplicas. También fue parte del Movimiento de Artistas y Artesanos (M.A.Y.A.), siempre compartiendo sus creaciones con la comunidad.

La presentación de este sábado será una oportunidad para celebrar su legado, recordar la labor del autor Alejandro Fiadone —quien dedicó parte de su obra a la historia local— y poner en valor la cultura rural que forja parte del alma de Chascomús.
La invitación está abierta a toda la comunidad. El encuentro se realizará el sábado 14 de junio a las 16 hs en la Biblioteca Sarmiento (Crámer 120). Una tarde para emocionarse con recuerdos, compartir música y homenajear a un hombre que, con manos sencillas y corazón de campo, dejó una huella imborrable.