36.4 C
Chascomús
viernes, enero 24, 2025

Preocupación en la Costa Atlántica por el impacto de una temporada turística irregular

Intendentes y empresarios advierten sobre las consecuencias de una baja en la ocupación y el consumo en enero. La expectativa está puesta en el repunte de la segunda quincena y en un febrero que aún genera incertidumbre.

La temporada de verano en la Costa Atlántica ha comenzado por debajo de las expectativas, generando inquietud tanto entre los intendentes de las localidades costeras como entre los empresarios del sector turístico. La incertidumbre sobre el desempeño de febrero y la falta de respuestas efectivas por parte de la Secretaría de Turismo agravan el panorama, que podría tener repercusiones económicas para el resto del año.

Entre las tendencias que caracterizan este verano se destacan las estadías más breves y un consumo más moderado por parte de los visitantes. Además, se observa una marcada disparidad entre los destinos más exclusivos, que registran mayor ocupación y gasto, y los destinos más accesibles, habituales para las clases medias y populares. Según los datos, los primeros han tenido una actividad significativamente superior a los segundos.

- Publicidad -

Un informe de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA) señala que la ocupación hotelera promedio en la Costa Atlántica, las Sierras y el turismo rural alcanzó el 75% durante los primeros días de enero. Sin embargo, estas cifras esconden realidades muy distintas: mientras que destinos como Mar de las Pampas reportaron un 92% de ocupación, Mar del Plata apenas alcanzó el 65%. Entre estos extremos, la mayoría de los destinos se ubican en un rango de actividad del 70 al 80%.

Las esperanzas ahora están puestas en el tradicional repunte de la segunda quincena de enero y en un febrero que atraiga a turistas que decidan sus vacaciones sobre la marcha. Este comportamiento, más común entre los viajeros con presupuestos ajustados, se traduce en estadías de corta duración, generalmente de cuatro o cinco días.

El trasfondo de esta preocupación radica en que los ingresos generados durante estos meses de verano son fundamentales para sostener la economía local a lo largo del año. En muchos casos, la disminución de la actividad podría derivar en recortes de personal y servicios. Soledad Martínez, subsecretaria de Turismo de la provincia de Buenos Aires, explicó:
“Nuestra estacionalidad está muy marcada por el clima. Las temporadas de verano son cortas pero intensas, y representan el principal flujo económico para estas localidades durante el resto del año. Por eso, es fundamental que enero, febrero y marzo funcionen bien. De lo contrario, todo se vuelve extremadamente estacional y precario.”

La Costa Atlántica enfrenta, por tanto, un desafío clave: revertir la tendencia actual para garantizar la estabilidad económica y laboral en los meses venideros.

Últimas noticias

También te puede interesar

Dejá una respuesta