Preocupación en Chascomús por el cierre de “La Casita” y el avance del ajuste sobre los más vulnerables
El Gobierno Nacional ordenó el cierre de las Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario (CAAC), espacios fundamentales en la lucha contra las adicciones y el acompañamiento de personas en situación de vulnerabilidad. Una de ellas funciona en el barrio Iporá de Chascomús y es conocida como “La Casita”.
Las CAAC nacieron hace nueve años como parte de un plan nacional que buscaba ofrecer tratamientos integrales a personas con consumos problemáticos, al mismo tiempo que promovían la inclusión a través de actividades culturales, educativas y deportivas. Su interrupción representa un golpe directo a quienes más necesitan de la presencia del Estado: jóvenes, adultos y familias que enfrentan diariamente las consecuencias del consumo y la exclusión social.
Un recorte que golpea a la salud y la dignidad
En las últimas semanas, el gobierno de Javier Milei profundizó su ajuste en materia de salud. No solo redujo recursos destinados a jubilados, personas con discapacidad y comedores comunitarios, sino que ahora, a través de la Sedronar, recorta gran parte del presupuesto de las CAAC.
El impacto de esta decisión es concreto y devastador: miles de jóvenes y adultos quedarán sin tratamiento ni acompañamiento profesional; se perderán espacios de prevención deportiva y cultural; y muchas familias verán interrumpida la asistencia alimentaria que recibían en estos centros.
¿Qué son las CAAC y por qué son esenciales?
Las Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario son espacios comunitarios que funcionan como puerta de entrada al sistema de salud mental y a la red federal de la Sedronar. Están gestionadas en articulación entre el Estado nacional y organizaciones sociales, lo que garantiza un abordaje integral y cercano a las realidades locales.
Su cierre implica retroceder en políticas de salud pública y abandonar a quienes más dependen del acompañamiento comunitario para sostener su recuperación. No se trata solo de estadísticas: son historias de vida que quedan a la deriva.
Protestas y resistencia
En Chascomús y en todo el país, la medida generó reclamos y protestas. Organizaciones sociales, familias y usuarios de los programas advierten que la salud mental y los derechos no pueden ser negociados ni recortados.
En este marco, se impulsan acciones colectivas para visibilizar el problema y exigir al gobierno nacional la continuidad del programa. Quienes quieran sumarse al reclamo pueden hacerlo a través del siguiente formulario: Formulario de adhesión.
El lema que une a las organizaciones y vecinos es claro:
No a la baja de las CAAC.
Ni un pibe ni una piba menos por la droga.

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