A través de su lente y desde las alturas, el reconocido fotógrafo local Emilio Mariano Gutiérrez compartió en los últimos días tres imágenes que invitan a viajar en el tiempo. Bajo el título común de “Mis recuerdos”, cada fotografía retrata con sensibilidad y precisión tres espacios emblemáticos de la costanera de la laguna de Chascomús, rescatando no solo su historia sino también su valor emocional para la comunidad.
La primera imagen es una toma aérea del edificio de la Asociación de Fomento y Turismo, fundado el 27 de abril de 1947. Gutiérrez menciona que puede distinguirse una inscripción con la fecha “1958” en el muelle, una huella del pasado que resiste al paso de las décadas. “Como siempre, espero sus comentarios, un abrazo”, escribió Gutiérrez al pie de la publicación, apelando a la memoria colectiva de sus seguidores.

La segunda postal, de fuerte carga histórica, retrata al Club de Regatas Chascomús. El club tuvo sus orígenes el 2 de agosto de 1905, cuando Samuel Osborne y un grupo de jóvenes entusiastas fundaron el Boat Club. Poco después se redactó el primer reglamento y se celebró la reunión inaugural. En 1906 se construyó una casilla de madera que ofició como primera sede. La actual denominación, Club de Regatas Chascomús, se adoptó oficialmente el 18 de abril de 1909, fecha en la que la institución contaba con dos botes y apenas diez socios. La imagen de Gutiérrez revive con detalle aquellos primeros tiempos del remo en la ciudad.

Por último, el fotógrafo compartió una fotografía antigua del Club de Pesca y Náutica, tomada durante una gran inundación. La imagen, desgastada por los años, conserva intacto su poder evocador. Como en las anteriores publicaciones, Gutiérrez acompaña la foto con un mensaje cálido y sencillo: “Espero sus comentarios, un abrazo”.
Estas tres postales, que dialogan entre la memoria y el presente, ponen de manifiesto no solo la transformación del paisaje urbano de Chascomús, sino también la persistencia de sus símbolos más queridos. Gracias a la mirada sensible de Emilio Mariano Gutiérrez, el pasado cobra nueva vida y se convierte en punto de encuentro para las emociones compartidas.