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sábado, octubre 5, 2024

Las pericias que sellan la suerte del policía detenido por el triple crimen de Chascomús

La carabina que le secuestraron a Francisco Reddy (20) es la usada para matar a su papá, Diego Reddy (44), en un campo. También a su madrastra, María Eugenia Suárez (47), y a su medio hermano, Ignacio Reddy (11). Además, le dio positivo el dermotest.

La suerte judicial de Francisco Waldemar Reddy (20) está echada: le dio positivo el dermotest, que detectó presencia de pólvora en sus manos y brazos, y la carabina secuestrada detrás del asiento de su flamante camioneta fue la usada para matar a su papá Diego Adolfo Reddy (44), su madrastra, María Eugenia Suárez (47), y su medio hermano, Ignacio Leonel Reddy (11), en un campo de Chascomús.

El fiscal Jonatan Robert, de la UFI N° 10 Descentralizada de Chascomús, confirmó el resultado de las pericias que comprometen todavía más al joven policía bonaerense, que permanece detenido en la comisaría 5ta. de Avellaneda, en Wilde, separado del resto de la población carcelaria.

La pericia balística determinó que el rifle calibre 22, marca Mahely, que encontraron en la camioneta Chevrolet S10, modelo 2008, comprada el día antes de la masacre a un vecino de Ayacucho, era apta para el disparo.

Se realizó el cotejo con dos vainas servidas, una hallada cerca del cuerpo de Suárez y otra en el galpón, donde mató a Ignacio, y ambas “son coincidentes con la aguja percutora que utiliza la carabina”.

“Se puede determinar, mirando lo que es el microscopio óptico, que esas dos vainas servidas se dispararon con la carabina secuestrada. El caño presentaba dos estrías internas que estaban gastadas, lo que hace que el proyectil, cuando se impulse, tenga una marca puntual y particular. Esa marca puntual y particular resulta ser coincidente al plomo que recuperamos de Diego Reddy”, explicó el fiscal.

El rifle Mahely, calibre 22, que encontraron detrás del asiento de la camioneta de Francisco Reddy, acusado de la masacre de Chascomús.

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Además, Robert indicó que “el demotest, la prueba de barrido para detectar presencia de pólvora, le dio positivo, ya que tenía restos de deflagración de pólvora en las manos y los brazos”.

Otro resultado de importancia para la causa fue el conteo del ganado que había en la estancia Los Pinos, a 10 kilómetros de la ruta 2, sobre el camino Bajada Puerta del Diablo, adonde Diego Reddy era el puestero y que fue escenario del triple crimen.

En octubre fue el acta de vacunación en el campo del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que arrojó un total de 233 animales.

Este jueves, la Policía hizo el recuento de ganado y encontró 155 animales. Por lo tanto, “desde mediados de octubre, que se realizó la vacunación, al 9 de enero, se constató un faltante de 80 vacas”, manifestó Robert.

Francisco Reddy, acusado de la masacre de Chascomús, durante una prueba de riendas en Dolores, en marzo de 2020.


Lo que se comprobó hasta ahora es que el policía -que estaba de licencia y debía reintegrarse a la Policía el mismo día del triple crimen, es decir el 29 de diciembre- vendió 20 vacas de cría Aberdeen Angus el 28 de diciembre, a mitad de precio (3.400.00 pesos) y en negro, que eran de su papá.

“Las otras 60 desconocemos si las fue vendiendo antes o no”, apuntó el fiscal.

Otra complicación para el imputado es que renunció su abogado defensor particular, Osvaldo García Aguerre, de Mar de Ajó, quien solo llegó a asistirlo de forma telemática en la segunda indagatoria (se negó a declarar en ambas ocasiones) y ahora lo asiste un defensor oficial.

En los próximos días, el fiscal requerirá al juez de Garantías la apertura del teléfono celular del acusado, lo que puede arrojar también resultados de importancia para la investigación.

El delito que le imputan prevé una pena de prisión perpetua: “homicidio calificado por alevosía, en concurso real con homicidio, en concurso real con homicidio calificado por el vínculo“.

Cómo fue el triple crimen de Chascomús

“Tío, ¿me prestás el rifle? Quiero ir a cazar chanchos a un campo de la Costa”. Era el mediodía del 29 de diciembre cuando Francisco Reddy, quien había cumplido 20 años siete días antes, fue hasta lo de uno de los dos hermanos de su papá.

Los verdaderos planes de “Fran” eran otros. Horas más tarde cometería la masacre de Chascomús, una matanza familiar que nadie puede asimilar ni comprender.

Por momentos “tímido”. Por momentos “arrebatado”. Así definen quienes lo conocen a Francisco, quien apenas ocho meses después de recibirse de policía pidió licencia por un accidente “de trabajo”.

Diego e Ignacio Reddy, junto con María Eugenia Suárez, las víctimas de la masacre de Chascomús.

Reddy, que fue desplazado preventivamente por la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense, tenía una antigüedad de un año y ocho meses en la fuerza provincial.

Ingresó a la Escuela de Formación Policial Juan Vucetich del Partido de la Costa el 18 de abril de 2022 y se graduó de oficial el 30 de marzo de 2023, con 19 años.

El 5 de abril fue trasladado a su primer destino, la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) de Dolores, ciudad en la que vivió, por momentos junto a una novia de General Guido, por momentos solo. Luego lo derivaron a la División Preventiva Intensiva (DPI).

El 1° de diciembre de 2023 pidió licencia por una “lesión interna en rodilla” que dijo haber sufrido mientras trabajaba. Le indicaron 29 días de reposo. El 29 de diciembre pasado debía presentarse a una junta médica para reintegrarse a su empleo. Es decir, el mismo día en que cometió la masacre.

El fiscal Jonatan Robert investigan la masacre en un campo de Cañuelas.

En cuanto al móvil del triple crimen, las últimas evidencias refuerzan un motivo económico. El 28 de diciembre “Fran” vendió 20 vacas a a mitad de precio y a espaldas de su papá.

Al día siguiente, al mediodía, en otra operación que también se gestó tres semanas antes, le compró una camioneta Chevrolet S10, modelo 2008, a un vecino de Ayacucho al que contactó por Facebook. La oferta final que convenció al vendedor fue una permuta por un Suzuki Fun, modelo 2007, más cinco vacas que nunca llegó a entregar.

El joven había sufrido mucho el divorcio de sus padres, cuando era muy chiquito. “Se fue a vivir con el papá, que lo incluía en todas las actividades del campo y le enseñaba, quería que le fuera bien”, contó a este diario un allegado a la familia.

Diego Reddy era puestero en la estancia Los Pinos. Sus patrones se enteraron de la masacre mientras estaban de viaje por Egipto. Tuvieron que adelantar su regreso.

Según su familia, Diego “daba lo que tenía” por sus dos hijos “y por ellos es que trabajaba e invertía”.

La secuencia del triple crimen de Chascomús

Lo que se sabe hasta ahora es que, el viernes 29, entre las 18 y las 19.30, Francisco mató a Eugenia por la espalda, mientras ella cocinaba un pollo. Le puso el rifle a menos de 25 centímetros de la nuca y gatilló. “Ella quizás nunca se enteró”, sostuvo el fiscal Robert.

La mujer tenía otros dos hijos (un varón y una mujer) de un matrimonio anterior.

Luego el policía fue hasta el galpón, donde estaba Ignacio. Primero le disparó en el abdomen y le destruyó el bazo y el riñón izquierdo. No conforme con eso, lo atacó brutalmente a golpes en la cabeza con un “elemento contuso y romo” que no apareció.

El nene, que perdió varios dientes y terminó con el rostro desfigurado, murió poco más tarde en el hospital San Vicente de Paul, en Chascomús.

Diego Reddy, su pareja y su hijo menor fueron asesinados en Chascomús. Por el triple crimen, detuvieron como principal sospechoso al hijo mayor del hombre.

Todo fue descubierto por el hombre que vive también en la estancia y es el encargado del campo desde hace tres años. Alrededor de las 20.30 su hijo y la novia fueron a visitarlo. Le llamó la atención que un tractor estuviera con el motor en marcha en el galpón. Cuando se acercó a ver, estaba el cuerpo agonizante de “Nacho”.

El cadáver de Diego, al que en un primer momento creían sospechoso pese a que no tenía antecedentes de violencia, fue encontrado el 31 de diciembre, entre unos pastizales, a unos 200 metros de la casa. Sospechan que su hijo lo mató en medio del campo porque intentaba escapar o esconderse. Estaba cocinando medio lechón al asador.

El hombre tenía una herida defensiva en el antebrazo izquierdo, producto de un balazo que terminó impactando en el pecho y se alojó en la axila derecha. Un segundo proyectil, el cual fue disparado en la nuca, le voló la cabeza. Lo encontraron tirado boca abajo.

La falsa coartada del triple homicida

Francisco tiene otros tres hermanos, fruto de otro vínculo de su mamá. En las redes sociales se pueden ver fotos de los cuatro juntos. Era un experto jinete con los caballos y solía ir a las domas. En Dolores se lo vio retratado en la Prueba de Riendas y también en la Fiesta de la Guitarra.

Tras los crímenes, mientras todavía buscaban a Diego, el joven inventó que lo llamaron para exigirle siete millones de pesos por el secuestro extorsivo de su papá. Una comunicación que, tal como se comprobó, jamás existió.

El traslado de Francisco Reddy, autor de la masacre de Chascomús, a una comisaría de Avellaneda

También le pidió a un colega de la Bonaerense que otra policía que lo llamara a su celular “poniendo voz de hombre y que le pida plata”. Una falsa coartada que se esfumó rápidamente.

El día del hecho, la camioneta conducida por el oficial quedó registrada tres veces por una cámara de seguridad en el camino que conduce a la estancia Los Pinos:

1-A las 17.31, en sentido hacia la ruta 2.

2-A las 17.59, en sentido hacia la estancia Los Pinos.

3-A las 19.43, en sentido hacia la ruta 2.

Otra prueba que lo complica es una huella de los dedos de una mano en la Chevrolet S10 de su papá, modelo 2015, que estaba en el galpón, a centímetros de donde encontraron agonizando al chico. Creen que allí se apoyó para completar su terrorífica obra.

Ignacio, de apenas 11 años, fue la víctima que padeció su mayor furia. “Nunca pudo soportar su llegada”, fue la conclusión de una persona que lo conocía.

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