La Universidad Nacional de La Plata participó del hallazgo de uno de los dinosaurios más antiguos del mundo
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Un equipo paleontológico argentino descubrió en la precordillera de La Rioja el esqueleto casi completo de un Huayracursor jaguensis, un dinosaurio de cuello largo que vivió hace aproximadamente 230 millones de años. Del descubrimiento participó Julia Desojo, investigadora del Museo de La Plata, docente de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata, investigadora principal del CONICET y presidenta de la Asociación Paleontológica Argentina. El hallazgo argentino fue publicado en la revista Nature.
El descubrimiento, según cuentan desde la institución, tuvo lugar a más de 3.000 metros de altura en la Quebrada de Santo Domingo, en un paisaje inhóspito que sorprendió a los investigadores con la preservación y abundancia de fósiles.
El equipo de trabajo estuvo conformado por investigadores de diversos institutos del CONICET, como el CRILAR, CICTERRA y el Museo Argentino de Ciencias Naturales, del Museo de La Plata y de la Universidad Nacional de La Rioja.
Triásico Superior
Los investigadores dieron con restos fósiles del Huayracursor jaguensis. Se encontraron en rocas del Triásico Superior y están entre los más antiguos del planeta.
El nombre Huayracursor (corredor del viento) rinde homenaje al clima extremo de la Quebrada de Santo Domingo, mientras que jaguensis alude al nombre del cercano pueblo de Jagüé al oeste de La Rioja
El Huayracursor fue un sauropodomorfo primitivo, de un linaje de dinosaurios herbívoros que incluye a los gigantes de cuello largo como Argentinosaurus y Patagotitan.
La participación de la UNLP
La Universidad Nacional de La Plata estuvo involucrada en este hallazgo desde su gestación. La doctora Desojo, quien lidera el Archosaur Research Group desde hace 14 años, fue una de las primeras personas en apoyar el proyecto de Martín Hechenleitner, primer autor del artículo, egresado de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la UNLP e investigador del CONICET en el Centro Regional de Investigaciones Científicas y Transferencia Tecnológica de La Rioja.
En sus inicios el trabajo parecía muy complicado. El área donde se iba a desarrollar es muy hostil, con mucho viento y a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar. Allí los estratos, es decir, los niveles de los fósiles, están muy inclinados por lo que se debe trabajar en suelos aterrazados, en una posición muy agotadora para su extracción.
Además, el traslado de los fósiles es dificultoso, ya que implica caminar inclinado cargando bochones pesados sin apunarse. No obstante todas estas adversidades, Desojo vio el potencial y decidió brindar su apoyo no sólo intelectual sino también económico en los inicios del proyecto.
Una nueva región
La investigadora de la UNLP, quien también participó en la revisión del artículo en Nature, explicó: “Más allá del hallazgo, que es un hecho histórico, es fundamental destacar que se trata de una nueva línea de trabajo, donde se encontraron rocas muy antiguas portadoras de dinosaurios, en una región distinta de las que se conocían, ya que hace más de 50 años que no se incorporaban regiones geológicas nuevas de esa antigüedad como lo es ésta a nivel mundial”.
De la investigación también participó Leonel Acosta, técnico del Museo de La Plata e integrante de la División Paleontología Vertebrados.
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