La promesa de EDEA aún en espera: La Estación Transformadora en Chascomús sigue sin ejecutarse

En agosto de 2023, las autoridades de Chascomús anunciaron con entusiasmo la construcción de una nueva Estación Transformadora en el corazón del casco urbano. La noticia fue recibida con optimismo, especialmente por los residentes de Lomas Altas, San Luis, Esteban Echeverría y Puerto Chascomús, quienes esperaban mejoras significativas en el servicio eléctrico.

Según los planes presentados por EDEA en aquella ocasión, la estación estaría ubicada en la calle Dorrego entre Chacabuco y Maipú, prometiendo una mayor estabilidad en el suministro de energía y la reducción de los frecuentes cortes que afectaban a la región.

Sin embargo, casi diez meses después del anuncio, la obra aún no ha visto la luz del día. A pesar de las afirmaciones iniciales sobre el inicio de la construcción, la realidad revela que el proyecto sigue en espera.

Según pudo saber EL CRONISTA oportunamente, si bien se esperaba que la obra comenzara en 2023 y continuara en el transcurso de este año, la incertidumbre persiste “debido a demoras en la llegada del equipamiento eléctrico desde el extranjero”.

En la ubicación proyectada para la nueva Estación Transformadora, en la calle Dorrego entre Chacabuco y Maipú, la realidad actual muestra únicamente un alambrado perimetral. Este paisaje desolador refleja la brecha entre las expectativas generadas por el anuncio y la falta de avance tangible en el terreno.

La reunión celebrada en el Palacio Municipal en agosto del año pasado, que contó con la presencia del Gerente General de EDEA, Lorenzo Siquier, y el intendente Javier Gastón, entre otros funcionarios, generó expectativas sólidas. Sin embargo, la realidad actual refleja una falta de avance significativo en el proyecto anunciado por la Empresa Distribuidora de Energía Atlántica Sociedad Anónima (EDEA S.A.)

Los residentes de Chascomús y las áreas circundantes siguen aguardando ansiosamente la implementación de esta infraestructura crucial para mejorar la calidad de vida y la confiabilidad del suministro eléctrico en la región. Mientras tanto, la incertidumbre persiste y la espera continúa.