La primera imagen de tamaño real de San Carlo Acutis fuera de Europa, un nuevo atractivo espiritual y turístico en Chascomús
La Catedral Nuestra Señora de la Merced alberga la primera imagen de tamaño real de San Carlo Acutis fuera de Europa, un nuevo punto de atracción espiritual y turístico que invita a fieles y visitantes a vivir una experiencia de recogimiento y conexión profunda en el corazón de Chascomús.
Chascomús suma un nuevo hito a su patrimonio cultural y religioso: en la Iglesia Catedral Nuestra Señora de la Merced se encuentra la primera imagen de tamaño real de San Carlo Acutis instalada fuera de Europa, una presencia única en la Argentina que ya comienza a atraer a fieles, curiosos y visitantes de diferentes puntos del país.
San Carlo Acutis —conocido mundialmente como el “ciberapóstol de la Eucaristía” por su habilidad para difundir la fe a través de las nuevas tecnologías— falleció a los 15 años, pero su testimonio de vida sencilla, alegre y profundamente espiritual continúa inspirando a miles de personas alrededor del mundo. Su figura, cercana y contemporánea, ha generado un creciente interés que se refleja en peregrinaciones y devociones en numerosos países.
En este contexto, Chascomús tiene hoy el privilegio de custodiar su imagen, ubicada en un espacio especialmente preparado dentro de la Catedral, frente a la Plaza Independencia. Allí, los visitantes pueden acercarse, tocar su mano, rezar en silencio o dejar una intención en el buzón dispuesto a sus pies. De acuerdo con testimonios de devotos, muchas personas aseguran haber recibido paz, consuelo y favores por intercesión del joven beato.

El proyecto fue posible gracias al trabajo del Grupo San Carlo Acutis Chascomús Argentina, que impulsó la iniciativa con el objetivo de ofrecer a la comunidad un lugar de encuentro espiritual, pero también de interés cultural y turístico. La presencia de esta imagen ya se vislumbra como un nuevo punto de atracción para visitantes, sumándose al circuito histórico y religioso de la ciudad.
La Catedral permanece abierta todos los días, convirtiéndose en un espacio accesible tanto para quienes buscan un momento de oración como para quienes desean conocer esta singular obra que pone a Chascomús en el mapa religioso internacional.
Para quienes llegan a la ciudad, la invitación es clara:
no irse sin visitar este rincón que invita a la reflexión, la serenidad y, quizás, a un encuentro que deje huella en el alma.

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