La creciente ola de inseguridad que se vive en el AMBA también se siente en Chascomús

En un emotivo relato compartido en el programa matutino de FM Por Siempre 97.3, la emisora más escuchada de la ciudad, Fernando Marzzellino, propietario de un autoservicio en el barrio San Cayetano, expresó la indignación de muchos residentes que ya no confían en el accionar de las fuerzas de seguridad y en la respuesta del gobierno local ante el flagelo de la delincuencia.

Marzzellino contó que durante la madrugada del domingo, delincuentes irrumpieron en su negocio tras romper dos candados. Los ladrones se llevaron una gran cantidad de carne, $240 mil pesos en efectivo y cerca de 2 millones de pesos en cigarrillos, dejando una estela de daños que afecta no solo al comerciante sino a toda la comunidad. Entre lágrimas, relató cómo la pérdida económica se transforma en una nueva deuda que deberá afrontar, pues los productos sustraídos estaban destinados a la venta para saldar las obligaciones del negocio. “Me robaron un millón y medio de pesos en carne, no la vendí, y la tengo que pagar igual”, lamentó con angustia.

El enojo de Marzzellino no se limita al robo en sí, sino también a la falta de respuesta por parte de las autoridades. Aseguró que la policía no atendió su solicitud de ayuda de manera inmediata, y que el domingo tuvo que perder un día de trabajo mientras permanecía en la comisaría. “Ni la policía ni el gobierno municipal responden. Estamos plagados de chorros”, expresó con frustración. Aunque consciente de que no puede hacer justicia por mano propia, Marzzellino aseguró que la situación se ha vuelto insostenible para los comerciantes y familias de la ciudad. “Los chorros pasan por delante de ti y vos te tenés que quedar callado”, comentó, visiblemente preocupado por las repercusiones de actuar de forma independiente.

La falta de recursos de seguridad también es evidente, ya que el autoservicio no contaba con una alarma en ese momento. Sin embargo, las cámaras de seguridad de la zona lograron registrar el modus operandi de los delincuentes, quienes, con total calma, realizaron hasta seis viajes para llevarse todo lo robado. Según el relato del propietario, los ladrones eran dos y llegaron al lugar en una motocicleta en malas condiciones. Aunque se habían cubierto adecuadamente para no dejar huellas, uno de ellos cometió un error que permitió a Marzzellino identificarlo, e incluso reconoció que lo había visto en varias ocasiones comprando en su negocio.

Lo más inquietante es que, mientras el propietario realiza una investigación minuciosa y ya ha logrado identificar el destino cercano de lo robado, las autoridades parecen no avanzar en la misma dirección. Según Marzzellino, los objetos sustraídos están a solo tres o cuatro cuadras del lugar del robo, pero aún no se han realizado avances significativos en la investigación por parte de la policía.

Este caso refleja una realidad preocupante que no solo afecta a los habitantes de Chascomús, sino a muchas otras localidades del interior bonaerense, donde la inseguridad se ha vuelto un tema central. La situación ha obligado a los gobiernos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires a trabajar en conjunto para implementar medidas que frenen el avance de la delincuencia en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que parece no dar tregua. Sin embargo, la creciente frustración de los ciudadanos evidencia la necesidad urgente de una respuesta más efectiva por parte de las autoridades para devolver la tranquilidad a los vecinos de estas comunidades.