Gándara renace: el Monasterio San José avanza con fe, trabajo y esperanza
La Diócesis de Chascomús vive un proceso de recuperación patrimonial y espiritual en el paraje rural Gándara, donde el histórico Monasterio San José recobra vida gracias al impulso del obispo Juan Ignacio Liébana y el compromiso de toda la comunidad.
Desde que monseñor Liébana asumió al frente de la diócesis en 2024, puso en marcha un ambicioso proyecto de reconstrucción del Monasterio San José de Gándara, con el objetivo de convertirlo en un espacio para retiros espirituales, encuentros y convivencias, así como en un lugar de contención y acompañamiento para jóvenes que enfrentan problemas de consumo de drogas.
El proyecto se sustenta en un equipo interdisciplinario integrado por arquitectos, una museóloga, una socióloga y voluntarios que colaboran en tareas de limpieza, cerramiento y prevención de vandalismo. Paralelamente, se trabaja en la reconstrucción histórica del lugar mediante documentos, entrevistas y registros que dan cuenta del valor patrimonial y espiritual del monasterio y su capilla.

La capilla ya ha sido restaurada, y las obras en el resto del predio avanzan a buen ritmo gracias a la colaboración de muchas personas que se sienten parte de esta causa. Cada jornada de trabajo no solo acerca el objetivo material, sino que también fortalece la fe y el sentido de comunidad.
En estos días, la Diócesis compartió imágenes antiguas del lugar que rememoran sus inicios como Casa de Retiro y Capilla. En ese marco, se recordó también el segundo aniversario del fallecimiento de la Madre Elvira, fundadora de la Comunidad El Cenáculo, cuya labor sigue siendo fuente de inspiración para muchos jóvenes que hoy forman parte de esta nueva etapa en Gándara.
El pasado fin de semana se celebró una misa junto a jóvenes de la Villa 20 de la Ciudad de Buenos Aires, quienes acamparon en el lugar. Compartieron un almuerzo comunitario lleno de testimonios, anécdotas y momentos de fraternidad.

Este miércoles, la comunidad recibió la visita de los padres Conrad y Eslaben, sacerdotes de la fraternidad El Cenáculo, y se sumaron dos nuevos jóvenes: Franco y Genaro, por quienes la comunidad ya comenzó a rezar.
La próxima jornada de trabajo está prevista para el sábado 16 de agosto, desde las 9 de la mañana, y concluirá con la celebración de la Santa Misa a las 17 horas. Toda la comunidad está invitada a sumarse a esta obra viva, que refleja el poder transformador de la fe y la acción colectiva.

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