El obispo Juan Ignacio Liébana peregrinó en bicicleta a Luján
Una experiencia de fe, comunidad y esperanza compartida hacia la Casa de la Madre.
El pasado fin de semana, el obispo de Chascomús, monseñor Juan Ignacio Liébana, participó de la tradicional peregrinación en bicicleta hacia la Basílica de Luján, acompañando a más de 400 ciclistas de Chascomús y de distintas localidades vecinas como Ranchos, Lezama, Dolores, Brandsen, Castelli, San Vicente, Belgrano, Tandil y Mar del Plata, entre otras.
En un mensaje publicado en sus redes sociales, Liébana compartió una profunda reflexión sobre la experiencia vivida, que definió como una verdadera expresión de fe, fraternidad y comunión. Bajo el lema “Cuidar y ser cuidados”, el obispo destacó el valor de hacer el camino juntos, “esperándonos, ayudándonos, velando unos por otros para que todos pudiéramos llegar sanos a la casa de María”.

Liébana subrayó además el carácter comunitario y solidario de la peregrinación:
“Fue una hermosa experiencia de fe que nos anima a seguir soñando con un mundo menos individualista, menos consumista, más fraterno y en comunión con nuestra Casa Común”.

El obispo también agradeció especialmente a Juan Carlos Haedo y a todos los organizadores por mantener viva una tradición que ya lleva 40 años de historia, reuniendo a cientos de peregrinos que, pedal a pedal, renuevan su compromiso espiritual.
“Somos peregrinos —recordó monseñor Liébana—, estamos de paso por esta vida, siempre en camino, juntos, hacia la Casa del Padre, donde Dios nos espera para la fiesta eterna del Amor.”
La peregrinación en bicicleta a Luján volvió a confirmar su carácter de manifestación de fe popular y su capacidad de unir a la comunidad diocesana en torno a la devoción mariana, el cuidado mutuo y la esperanza compartida.

Para comentar, debés estar registradoPor favor, iniciá sesión