El reconocido fotógrafo chascomunense Emilio Mariano Gutiérrez vuelve a despertar emociones y recuerdos en la comunidad a través de su lente. En esta ocasión, su mirada se posa sobre un ícono de la cultura local: el Castillo de la Amistad.
En una reciente publicación en sus redes sociales, Gutiérrez compartió una nueva serie de imágenes actuales del castillo, tomadas el pasado 19 de mayo de 2025. Con la sensibilidad que lo caracteriza, acompañó la publicación con un mensaje simple pero directo:

“Hoy quiero dar a conocer el estado actual del ‘Castillo de la Amistad’, fotografías que realicé el día 19/05/2025. Como siempre, espero sus comentarios que son muy buenos para mí. Un abrazo.”
Las fotos actualizadas muestran con claridad el avance del deterioro estructural, pero también permiten redescubrir la singular belleza arquitectónica de este edificio tan particular. Entre la vegetación que avanza y los muros agrietados, la esencia del lugar aún permanece viva en la memoria colectiva.

Ya en publicaciones anteriores, Gutiérrez había retratado este espacio, como en una recordada postal aérea en la que se distinguía claramente, a la izquierda de la imagen, la entrada al castillo. Aquel registro invitaba a rememorar la historia de este edificio y su origen, en 1947, cuando un grupo de amigos fundó el llamado “Reino de la Amistad”.
El Castillo de la Amistad es, sin duda, uno de los edificios más pintorescos y singulares de Chascomús. Su origen se remonta a la iniciativa de un grupo de vecinos, parroquianos de un bar local, que decidieron celebrar anualmente el Día del Amigo de forma especial: coronando un rey y formando una corte. En 1948, el grupo fue más allá y construyó una sede para estas celebraciones, dando vida a este castillo que mezclaba humor, camaradería y fantasía.

Sin embargo, solo cuatro años después, el edificio fue abandonado. Desde entonces, quedó parcialmente derruido, víctima del paso del tiempo, pero también de la indiferencia y del olvido. A lo largo de las décadas, surgieron distintos intentos privados por restaurarlo, aunque ninguno prosperó.
Hoy, a través de estas nuevas imágenes, Gutiérrez no solo vuelve a poner al castillo en la mirada de la comunidad, sino que también plantea —en silencio— una pregunta necesaria:
¿Qué futuro le espera a este ícono cultural de Chascomús?
¿Habrá algún “amigo” dispuesto a rescatarlo?

Las imágenes, ya disponibles en sus redes, vuelven a tender puentes entre el presente y aquel pasado cargado de ingenio, amistad y celebración popular. Tal vez, como tantas veces, una fotografía alcance para despertar la memoria… y la acción.