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viernes, abril 19, 2024

Detalles de la alianza entre Cervecería Quilmes y Micelio Bio para producir hongos comestibles en Chascomús

Junto a este emprendimiento de biotecnología la compañía invirtió 15 millones de pesos para la construcción de una nueva planta en Chascomús donde se producen hongos frescos. La compañía también provee el bagazo de cebada, un subproducto del proceso cervecero, para usar como uno de los sustratos principales para el cultivo de este alimento.

Cervecería y Maltería Quilmes, en alianza con Micelio Bio, empresa de biotecnología nacida con el propósito de resignificar y transformar el modo en que se gestionan los residuos y elaboran los alimentos, produce hongos comestibles a partir del bagazo de cebada que se genera durante la elaboración de cerveza.

El desarrollo del proyecto requirió una inversión de 50 millones de pesos, de los cuales Cervecería y Maltería Quilmes aportó 15 millones, para la construcción de una planta productiva en Chascomús.

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Anualmente se generan más de 400.000 toneladas de bagazo de cebada en Argentina como subproducto del proceso cervecero.

El bagazo es el resultado de la maceración y filtrado que se genera durante el proceso de elaboración de cerveza que, al tener un alto contenido de minerales y proteínas, resulta altamente coadyuvante como sustrato natural para la producción de hongos frescos.

Estos hongos se consideran un “superalimento” por su gran valor nutricional, son ricos en proteínas, aminoácidos, vitaminas y fibra, y sus diferentes especies (Girgolas, Melena de León, Shiitakes, entre otros) tienen una demanda creciente en la sociedad.

“La alianza con Micelio Bio nos ayuda repensar la forma en la que elaboramos nuestros alimentos, acelerando los cambios necesarios para una forma de producción y consumo circular, mientras que impulsamos la circularidad de uno de los subproductos de nuestro proceso cervecero”, señaló Vanesa Vázquez, Gerenta de Crecimiento Inclusivo y Sustentabilidad de Cervecería y Maltería Quilmes.

Micelio Bio es un proyecto de triple impacto que articula el mundo científico-tecnológico con el productivo y social. Su primera planta industrial tiene una capacidad de producción inicial de hasta 10 toneladas de hongos frescos al mes. Además de hongos, la empresa comercializa kits de autoproducción y brinda capacitaciones y consultorías de asistencia técnica a emprendedores.

El proyecto contó con el apoyo de La Ciudad Posible en su proceso de incubación y aceleración, y el soporte científico-tecnológico del Laboratorio de Micología y Cultivo de hongos Comestibles y Medicinales Intech Conicet Unsam, con quienes tienen un convenio de colaboración.

Zona de producción

“La articulación con Cervecería y Maltería Quilmes es una manera de agregar valor a la producción de hongos comestibles con la reutilización de un subproducto clave la elaboración de cerveza. Permite obtener en su proceso múltiples beneficios, no sólo económicos, sino también socio ambientales, reduciendo las externalidades negativas de otros modos tradicionales de producción de alimentos, y aprovechando al máximo los recursos existentes en el contexto global de crisis climática y ecosistémica”, expresó Alejandro Jurado, uno de los fundadores de Micelio.

Con esta iniciativa, Cervecería y Maltería Quilmes continúa sus acciones para alcanzar la meta de carbono neutralidad al 2040, a través de la implementación de prácticas sostenibles que mejoren sus procesos en cada etapa de su cadena de valor.

Sobre este superalimento

Los hongos son los principales degradadores de la materia orgánica del planeta. Son esenciales en el ciclo de nutrientes del ecosistema, ya que devuelven al suelo los nutrientes esenciales que permiten el crecimiento de plantas y otros organismos.

El proceso de producción de hongos comestibles oscila entre 6 y 8 semanas desde la siembra -que en el caso de Micelio Bio, se realiza inoculando las diferentes especies de hongos sobre un sustrato compuesto por bagazo de cebada y paja de trigo- hasta la cosecha. Durante este tiempo, el cuidado requiere controlar la humedad, la temperatura, ventilación y exposición a la luz. Una vez que alcanzan el tamaño y el color deseado, se procede a la cosecha.

Hongos comestibles

El mercado de hongos comestibles a nivel global experimentó un crecimiento promedio anual del 6.4% en los últimos 15 años, y el consumo global promedio por persona pasó de 1 kg al año a 4 kg entre 1997 y 2012. En Argentina, el nivel de consumo y producción de hongos comestibles ha seguido esta tendencia de crecimiento y se espera un crecimiento exponencial y sostenido durante las próximas décadas.

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