Una operación de alto impacto sacudió esta semana al sector frigorífico argentino: el Grupo Lequio tomó el control operativo de las plantas del tradicional Grupo Mattievich y se posicionó como el líder absoluto en volumen de faena y número de establecimientos en todo el país.
El acuerdo, que ya fue oficializado, implica que Lequio asume desde ahora la conducción estratégica, financiera y comercial de cuatro plantas frigoríficas y una grasería ubicadas en la provincia de Santa Fe, hasta hoy administradas por Mattievich. Estas se suman a las unidades que Lequio ya opera, como Carnes Pampeanas, el frigorífico Alberdi y la planta Hughes (ex Black Bamboo), entre otras.
Con esta expansión, el grupo alcanza una capacidad de faena cercana a las 670 mil cabezas bovinas por año, superando a firmas históricas como Swift y Coto, y consolidándose como el principal grupo frigorífico del país.
Detrás de este avance se encuentra una historia de trabajo forjada en Chascomús. La familia Lequio, de origen piamontés, se radicó en la ciudad hace generaciones y construyó desde allí un camino ascendente en el rubro cárnico. Con cinco generaciones ligadas al oficio —algunos dedicados a la carnicería, otros al aprovechamiento de los subproductos de la faena—, su crecimiento reciente es testimonio del valor del trabajo familiar y la visión empresarial.
Este proceso de consolidación empresarial se da en un contexto de cambios en el sector: menor intervención estatal, una demanda interna que comienza a recuperarse lentamente y un mercado de exportación más dinámico y competitivo.
El Grupo Lequio, con origen en Chascomús y proyección nacional, encarna así una nueva etapa en la industria frigorífica argentina, combinando tradición, expansión y liderazgo estratégico.