Cuando el Estado se retira, la sociedad queda a la intemperie: balance 2025 entre dos modelos opuestos
El retiro de la salud privada dejó al Hospital Municipal como único efector de mediana y alta complejidad en la ciudad, en un contexto de ajuste nacional y creciente demanda sanitaria. Chascomús expone, en el cierre de 2025, el contraste entre dos modelos de Estado y el rol irremplazable de lo público cuando el mercado se retira.
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Chascomús volvió a quedar en el centro de una discusión que atraviesa a toda la Argentina. No por una decisión ideológica, sino por una realidad concreta: la salud privada se retiró de la ciudad y dejó al Hospital Municipal como único efector de mediana y alta complejidad para miles de vecinos y vecinas. Frente a esa ausencia, el Estado no solo estuvo presente: fue la única respuesta posible.
El caso local funciona como un ejemplo nítido de lo que ocurre cuando el mercado deja de ser rentable y se corre, y de lo que sucede cuando el Estado decide asumir su responsabilidad. En Chascomús, nadie duda hacia dónde ir cuando hay una urgencia médica. La población no abraza consignas: abraza al hospital público.
Este escenario se inscribe en un contexto nacional marcado por el ajuste, la desregulación y la pérdida sostenida del poder adquisitivo. Las políticas impulsadas por el Gobierno nacional empujaron a miles de personas a abandonar la medicina prepaga y las coberturas privadas, saturando los sistemas públicos de salud en todo el país.
En agosto, desde la Municipalidad de Chascomús ya advertían que esta situación estaba generando un aumento inédito en la demanda sanitaria. Los datos lo confirman:
- En la provincia de Buenos Aires, la atención en hospitales públicos creció un 20%.
- En la Ciudad de Buenos Aires, la demanda se triplicó en relación con 2023.
- En provincias como Jujuy, el aumento alcanza el 30%.
- En Chascomús, la suba oscila entre el 15% y el 25% en guardias y consultorios externos respecto de 2024. Si se suman los CAPS, el incremento llega al 40%.
La consecuencia es directa: patologías que podrían haberse resuelto con controles o medicación básica llegan hoy al hospital en estados más complejos, con mayor costo humano y sanitario.
Provincia presente frente al retiro nacional
En este contexto, esta semana el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, presentó el balance de gestión 2025 de la administración que encabeza el gobernador Axel Kicillof. Lo hizo en un escenario de fuerte asfixia financiera impuesta desde la Nación, pero con números que muestran una dirección política opuesta a la del presidente Javier Milei y su lógica de vaciamiento del Estado.
Desde el inicio de la gestión de Kicillof en 2019, la provincia de Buenos Aires:
- Inauguró 295 edificios escolares y sumó 3.063 aulas.
- Puso en funcionamiento 201 centros de atención primaria de la salud.
- Creó 48 centros universitarios del programa Puentes.
- Abrió 20 Casas de la Provincia en distintos distritos.
- Reforzó la seguridad con 7.101 patrulleros y 2.491 motos.
- Entregó 171.989 netbooks a estudiantes.
- Avanzó en políticas de vivienda, infraestructura y conectividad.
Durante 2025, pese al ajuste nacional, se entregaron 1.333 viviendas, se licitaron 99 obras públicas por casi 600 mil millones de pesos y se sostuvo un esquema de inversión continua en educación, salud, rutas, energía, obras hidráulicas y servicios públicos.
El municipio en la primera línea
Mientras tanto, los municipios quedaron en la primera línea de contención social. En Chascomús, el Hospital Municipal, las escuelas municipales, el sistema de agua, cloacas y recolección de residuos —servicios que en otros lugares están privatizados— sostienen la vida cotidiana de la comunidad.
Al presentar el presupuesto 2026, el secretario de Hacienda local, Juan Facundo Alfonsín, fue claro:
“La municipalidad presta una cantidad enorme de servicios: desde el hospital, pasando por la educación, por las escuelas municipales, el servicio de agua, el servicio de cloacas y la recolección. Hay cuestiones que en los municipios es imposible ajustar por el tipo de servicios que prestan”.
La frase expone una verdad incómoda: hay áreas donde el ajuste no es una opción sin consecuencias graves. La salud pública no se apaga sin dejar heridas profundas.
El cierre de 2025 deja en evidencia dos modelos en disputa. Uno que promueve el retiro del Estado y confía en que el mercado resolverá incluso aquello que nunca resolvió. Y otro que, con dificultades y tensiones, sostiene que sin Estado no hay derechos, ni igualdad de oportunidades, ni comunidades viables.
Chascomús es hoy un espejo de esa discusión. Cuando el privado se fue, el Estado quedó. Cuando hubo incertidumbre, el hospital abrió sus puertas. Y cuando la necesidad apremia, la sociedad no mira balances: busca contención.
Allí donde el Estado está presente, aún en tiempos de ajuste, la comunidad resiste, se cuida y proyecta futuro.
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