11.2 C
Chascomús
lunes, junio 9, 2025

Crisis industrial en Argentina: crecen los despidos y cierres de fábricas, una realidad que golpea también a Chascomús

El tejido productivo argentino atraviesa un momento de extrema fragilidad. La combinación de recesión económica, caída del consumo interno, y un mercado cada vez más erosionado por la competencia de productos importados está empujando a múltiples empresas al borde del colapso. Este panorama, que se refleja en distintas provincias del país, también impacta de lleno en Chascomús, donde la fábrica Conarco Alambres y Soldaduras S.A. confirmó la semana pasada el despido de 20 trabajadores.

El tejido productivo argentino atraviesa un momento de extrema fragilidad. La combinación de recesión económica, caída del consumo interno y un mercado cada vez más erosionado por la competencia de productos importados está empujando a múltiples empresas al borde del colapso. Este panorama, que se refleja en distintas provincias del país, también impacta de lleno en Chascomús, donde la fábrica Conarco Alambres y Soldaduras S.A. confirmó la semana pasada el despido de 20 trabajadores.

Las señales de alarma se multiplican. En Santa Fe, la histórica firma Lácteos Verónica paralizó su producción tras abonar apenas el 30% de los salarios de sus 700 empleados. La situación es aún más crítica si se tiene en cuenta que la empresa acumula más de dos años sin pagar aportes sociales y previsionales, lo que motivó protestas sindicales que frenaron la actividad.

- Publicidad -

En Gualeguaychú, Entre Ríos, la metalúrgica Futura, radicada en el Parque Industrial local, anunció el cierre definitivo de su planta. La compañía ofreció a sus 22 trabajadores dos opciones de retiro voluntario. De no aceptar, los empleados deberán recurrir a la vía judicial para reclamar las indemnizaciones por despido.

En el sector alimenticio, la situación no es menos preocupante. La empresa Lipo, con sede en Lanús, pagó solo el 50% de los salarios a sus 100 trabajadores, lo que derivó en un paro por tiempo indeterminado convocado por el Sindicato de la Alimentación (STIA). Internas familiares y conflictos con un grupo inversor profundizan la crisis de esta firma que hasta ahora era referente en su rubro.

También la conocida marca de galletitas Tía Maruca, operada por la empresa Dilexis, reconoció demoras en el pago de sueldos a los 300 empleados de su planta en Albardón, San Juan. Si bien su CEO, Pablo Tamburo, negó un cierre o venta de la firma, la situación financiera de la compañía es tensa. A pesar de asegurar que la planta continúa operativa y en expansión, la incertidumbre no deja de rondar.

A nivel general, las empresas lácteas figuran entre las más comprometidas. La emblemática SanCor sigue inmersa en un concurso de acreedores sin salida clara, mientras que La Lácteo y ARSA enfrentan severas dificultades económicas. Incluso gigantes del sector como Nestlé o La Serenísima han comenzado a aplicar ajustes estructurales ante la retracción del consumo.

En este contexto nacional adverso, Chascomús no es la excepción. Tal como adelantó El Cronista, se concretaron la semana pasada los temidos despidos en Conarco, una de las principales plantas industriales locales, ubicada sobre la Ruta 2. Según confirmó Mario Batista, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) local, 20 trabajadores fueron desvinculados ante el fin del acuerdo de suspensiones temporales que regía desde hace dos meses.

Batista explicó que, ante la caída sostenida de la producción y las bajas ventas, la empresa había implementado turnos rotativos y un esquema de suspensiones consensuadas con el sindicato por 60 días, que venció recientemente. Pese al pedido de la UOM de avanzar con retiros voluntarios para evitar despidos, la compañía resolvió cesantear personal de forma directa.

La situación de Conarco refleja con crudeza el escenario que se extiende por distintos puntos del país: fábricas que reducen turnos, ajustan planteles o directamente cierran. Más allá de los esfuerzos sindicales o los intentos empresariales por resistir, la crisis industrial en Argentina ya se traduce en pérdida de empleos, debilitamiento de la capacidad productiva y un futuro cargado de incertidumbre.

Últimas noticias

También te puede interesar

Dejá una respuesta