Cinco gobernadores se alinean para enfrentar a Milei y defienden el rol del Estado en la Argentina federal
En un hecho que podría marcar un antes y un después en la política nacional, cinco gobernadores de distintas regiones del país acordaron conformar un frente electoral común con vistas a las elecciones legislativas de octubre, en abierto desafío al gobierno de Javier Milei. El encuentro, que tuvo lugar el miércoles 30 de julio en la Casa de Chubut en Buenos Aires, reunió a Martín Llaryora (Córdoba), Carlos Sadir (Jujuy), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Claudio Vidal (Santa Cruz) e Ignacio Torres (Chubut), junto al exgobernador cordobés Juan Schiaretti.
La decisión llega tras meses de tensión creciente entre las provincias y la Casa Rosada, motivada por los reiterados recortes en el envío de fondos nacionales, la eliminación de subsidios y una visión del Estado que, para muchos gobernadores, desatiende las necesidades reales del interior del país.
Una respuesta política ante el desfinanciamiento
El malestar por el ajuste fiscal del Ejecutivo nacional fue uno de los motores principales del encuentro. “Hemos decidido competir mancomunadamente en las elecciones de octubre, sabiendo que la realidad actual nos exige vocerías que defiendan a la Argentina del trabajo”, sostuvieron los mandatarios en un comunicado conjunto que sentó las bases del nuevo frente.
Si bien aún no se ha definido un nombre ni una estructura nacional unificada, el acuerdo contempla que cada distrito mantendrá sus listas locales con un objetivo común: fortalecer la representación federal en el Congreso y marcar límites al avance de un modelo que —según denuncian— está desmantelando funciones esenciales del Estado.
El verdadero debate: ¿Qué Estado queremos?
El comunicado, difundido por el gobernador santafesino Maximiliano Pullaro a través de su cuenta de X, no solo dejó en claro el distanciamiento con la gestión de Milei, sino que abrió el debate sobre el modelo de país que se discute en esta etapa.
“Hay un grito federal que necesita voces en el Congreso. Como gobernadores, tenemos la enorme responsabilidad de defender los intereses de nuestras provincias y, al mismo tiempo, contribuir a la gobernabilidad de la Argentina”, expresaron.
Con una crítica velada al discurso de la “motosierra” y a la retórica antiestatal del oficialismo, los gobernadores remarcaron su visión: “Queremos una Argentina pujante, justa y segura. Una Argentina sin violencia ni grietas innecesarias. Una Argentina donde podamos vivir en paz, trabajar con dignidad y soñar sin límites”.
El mensaje apunta a recuperar el rol activo del Estado como garante de equidad territorial, desarrollo productivo y cohesión social, frente a un esquema que —bajo el argumento de la eficiencia— ha puesto en jaque a muchas provincias y sectores vulnerables.
¿Un punto de inflexión?
La conformación de este bloque puede convertirse en el primer intento serio de articulación política que desafíe el modelo libertario en las urnas. Si bien no se trata de una coalición opositora tradicional, el gesto de unidad entre dirigentes de espacios diversos muestra que el interior profundo no está dispuesto a quedar en silencio ante las consecuencias del ajuste.
La pregunta de fondo comienza a instalarse en el debate público: ¿hasta dónde puede llegar un modelo de país que decide retraer el Estado? Y en contraposición, ¿qué lugar ocupan hoy los gobernadores como garantes de derechos, desarrollo y representación federal?
En octubre, las urnas podrían empezar a responder.

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