El Gobierno publicó este lunes el decreto que oficializa la baja de la alícuota de impuesto PAIS desde 17,5% a 7,5% sobre el uso de dólares para el pago de importaciones y de fletes desde el exterior, por lo que ese tributo retornará al nivel que tenía antes del cambio de mando en diciembre. Sin embargo, no estará incluido la compra de pasajes aéreos ni servicios turísticos como así tampoco los servicios de streaming.
La medida en concreto llevará el dólar “importador” de los actuales $ 1.120 a $ 1.024, es decir casi 100 pesos, por lo que según estimó el equipo económico, esto repercutirá en los precios en el próximo mes y en recaudación. El mercado sopesa, en tanto, las chances de una mayor demanda de divisas para importaciones.
Esta baja de 8,5% llegará a los productos que se traen del exterior y eso, según el ministro de Economía, Luis Caputo, los importadores lo trasladan a los clientes. “En septiembre vamos a ver una baja de precios. Nos hemos juntado con muchas cámaras para transmitirle que la gente tiene que recibir confianza del otro lado. Si sacamos el impuesto PAIS y la gente no recibe nada, de qué sirvió”, dijo recientemente.
Entre las consideraciones, desde el Poder Ejecutivo señalaron que “en el marco de las medidas adoptadas con el objetivo de contribuir a la estabilización de los precios, resulta necesario reducir la alícuota del Impuesto PAÍS para las operaciones de compra de billetes y divisas en moneda extranjera efectuadas por residentes en el país para el pago de obligaciones por la importación de determinados bienes y por la adquisición de servicios de fletes y otros servicios de transporte por operaciones de comercio exterior”.
El mercado es algo más escéptico sobre un efecto claro en los precios y estima difícil medirlo en esos términos. “El impacto sobre la inflación resulta difícil de estimar: dependerá de la estructura de costos de los distintos bienes y servicios que incorporan bienes importados, del grado de competencia que presente el resto para habilitar o no la recomposición de márgenes de rentabilidad. Entendemos que no será significativo, no esperamos bajas nominales de precios, en todo caso un freno de ajustes programados”, planteó LCG en un informe.
Otros dos efectos claros de la baja del impuesto PAIS se identifican en la parte fiscal y la cambiaria. Sobre el primer aspecto, LCG estima que la recaudación que dejará de recibir el fisco por la reducción de alícuotas es de 0,4% del PBI.
Invecq coincidió con esa cifra -que corresponde a lo que resta del 2024- y detalló que el impuesto PAIS representó el 6,3% de los ingresos totales del Estado entre enero y julio. “La reducción de la tasa implicará una pérdida de aproximadamente US$ 2.500 millones (0,4% del PBI) para lo que resta de 2024. De todas formas, el objetivo de equilibrio fiscal no se ve seriamente comprometido”, consideró esa consultora.
No obstante, por ahora el Gobierno no sumará a este beneficio al dólar tarjeta o turista con que se pagan los consumos en el exterior y que está en $1.555. Hoy, si un viajero quiere comprar un pasaje aéreo al exterior o pagar un servicio turístico debe hacerlo al valor deldólar Banco Nación ($ 969) y sumarle un 30% de impuesto PAIS y otro 30% de adelanto del impuesto a las Ganancias (este último en teoría se recupera).
El otro dólar que quedará sin cambios es con que se paga los servicios de streaming y las apps de contenido, como son los consumos de Netflix o Spotify. En ese caso, el impuesto PAIS se mantiene en 8%. Tampoco varía el valor de este gravamen para comprar dólar ahorro, servicios personales y culturales y artículos de lujo o suntuarios, que seguirá en 30%. (DIB)