La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) ha anunciado un paro nacional para este miércoles 7 de agosto, coincidiendo con el Día de San Cayetano. La medida se enmarca en la tradicional marcha por el “Pan, Paz, Techo, Tierra y Trabajo”, convocada por las organizaciones sociales conocidas como “Los Cayetanos”, que están agrupadas en la UTEP y cuentan con el respaldo del bloque Territorios en Lucha. Este año, además de la CTA Autónoma, se sumarán a la protesta la CTA de los Trabajadores y la CGT.
La jornada comenzará con una concentración a las 10:00 en el templo de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers. A las 13:00, los manifestantes partirán en movilización hacia la Plaza de Mayo, donde está previsto un acto a las 14:00.
El Secretario General de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, justificó la medida afirmando que el paro es una respuesta a las políticas del presidente Javier Milei, que, según él, están afectando gravemente los salarios y el empleo en el sector público. “Decidimos volver a salir a la calle para reclamar por el pan y el trabajo que nos están quitando. El recorte en los salarios, las cesantías masivas y el ajuste presupuestario están deteriorando los servicios públicos”, afirmó Aguiar.
La convocatoria al paro nacional tendrá un impacto significativo en el funcionamiento de los servicios públicos, incluyendo el sector educativo. Debido a la medida de fuerza, se espera que las escuelas no puedan dictar clases, ya que la falta de auxiliares y otros trabajadores del sector complicará el normal desarrollo de las actividades escolares.
Aguiar destacó que “el proceso de empobrecimiento de los asalariados y jubilados se está acelerando” y enfatizó que la única manera de enfrentar esta situación es intensificando las protestas a nivel nacional. En Buenos Aires, los trabajadores comenzarán a retirarse de sus puestos a partir de las 12:00 para garantizar su participación en la movilización, mientras que en el resto del país, cada provincia decidirá sus modalidades de protesta.
La protesta del 7 de agosto busca romper la “tensa calma” posterior a la aprobación de la Ley Bases y evidenciar los esfuerzos del sindicato para lograr una mayor unidad en la defensa de los derechos laborales.