La idea de traer a San Expedito a la ciudad surgió cuando se confirmó en septiembre de 2005 que la nueva terminal de ómnibus iba a ser inaugurada en el predio de la calle Balcarce, lugar que había sido elegido para la ubicación de dicho santo.
De forma particular, dos vecinos de la ciudad de Chascomús, Leonado y Miriam, con ayuda de un cura párroco (que orientó acerca de las condiciones que debía tener el santo a la hora de adquirirlo) emprendieron el camino de hacer el sueño realidad.
El paso siguiente fue, la construcción de su capilla, que fue llevada a cabo gracias a la ayuda de un herrero de esta ciudad.
Una vez concluída la ermita, fue instalada dentro de la nueva terminal ferroautomotor, ubicada en Balcarce 200.
Siendo así, todos los 19 de cada mes se abría la puerta de dicha ermita, para que los vecinos que decidieran acercarse, pudieran dejar sus ofrendas.
Pero durante la fecha más significativa, 19 de abril, donde se conmemora el Día de San Expedito, la afluencia de los fieles se hacía notar durante toda la jornada, convirtiéndose en una fecha de celebración.
El 19 de septiembre de 2011 fue cuando el santo lloró en Chascomús, llegando medios nacionales a cubrir el evento.
Todo siguió con normalidad, hasta que en 2019 los nuevos directivos que recorrían las distintas estaciones de ómnibus, manifestaron que dicho santo ocupaba demasiado lugar en el establecimiento (hall central), y pidieron el desalojo del mismo.
Así fue que se recurrió a la Municipalidad de Chascomús lográndose así la custodia de San Expedito en el C.C.M. Vieja Estación hasta la fecha.